L. D.
La estrategia de Antonio Camacho consiste en hacerse pasar por un pésimo gestor para evitar que sobre él recaiga el delito fiscal y los de estafa, falsedad en documento público y apropiación indebida que seguramente le imputará la juez de la Audiencia Nacional cuando se descubra que gran parte de los 18.000 millones de Gescartera no se perdieron en operaciones bursátiles fallidas sino que se encuentran en paraísos fiscales.
Dice El Mundo que uno de los atractivos del chiringuito que montó Camacho antes de cumplir los 25 años era precisamente la posibilidad de colocar el dinero no declarado a Hacienda, ofreciendo, además de garantía de confidencialidad y protección por sus relaciones con el ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna, jugosas y seguras rentabilidades.
Esos clientes especiales de Gescartera que cita el diario eran precisamente los que buscaban invertir el dinero oculto al Fisco. Con ellos, el propietario de la agencia de valores mantenía un trato directo y preferente. Los clientes acudían a la sede de Gescartera Dinero, muchos de ellos con el dinero en metálico y transportado en maletines, y se encerraban con Camacho sin que la mayoría de los empleados de la firma supieran el motivo de su visita y el contenido de sus conversaciones.
Para satisfacer las necesidades de esos clientes discretos, Camacho montó a principios de los 90 la sociedad Stock Selection (que opera desde Royex House, Aldermanbury Square, Londres), domiciliada en Jersey, una de las islas del Canal donde se ubican bancos y sociedades de todo el mundo con alergia al pago de impuestos.
Agustín Fernández Ameneiro era el responsable de esa sociedad en Gescartera encargándose de la asesoría fiscal de los clientes.
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Dice El Mundo que uno de los atractivos del chiringuito que montó Camacho antes de cumplir los 25 años era precisamente la posibilidad de colocar el dinero no declarado a Hacienda, ofreciendo, además de garantía de confidencialidad y protección por sus relaciones con el ex secretario de Estado de Hacienda Enrique Giménez-Reyna, jugosas y seguras rentabilidades.
Esos clientes especiales de Gescartera que cita el diario eran precisamente los que buscaban invertir el dinero oculto al Fisco. Con ellos, el propietario de la agencia de valores mantenía un trato directo y preferente. Los clientes acudían a la sede de Gescartera Dinero, muchos de ellos con el dinero en metálico y transportado en maletines, y se encerraban con Camacho sin que la mayoría de los empleados de la firma supieran el motivo de su visita y el contenido de sus conversaciones.
Para satisfacer las necesidades de esos clientes discretos, Camacho montó a principios de los 90 la sociedad Stock Selection (que opera desde Royex House, Aldermanbury Square, Londres), domiciliada en Jersey, una de las islas del Canal donde se ubican bancos y sociedades de todo el mundo con alergia al pago de impuestos.
Agustín Fernández Ameneiro era el responsable de esa sociedad en Gescartera encargándose de la asesoría fiscal de los clientes.
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