L. D. / EFE.-
La juez de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, ha utilizado esta segunda comparecencia de la presidenta de la agencia de valores para contrastar las afirmaciones que realizó el principal imputado, Antonio Camacho. En una segunda declaración realizada a petición propia, Camacho implicó a la presidenta en la gestión de Gescartera, ya que intervino en la captación de la Fundación ONCE como socio institucional y en la canalización de fondos de numerosas instituciones religiosas. Este jueves, Pilar Giménez-Reyna ha asegurado que sólo consiguió para la agencia dos clientes, la Orden de Filipenses Misioneras y la Fundación Caldeiro.
Valiente "aleccionó" a los responsables de Gescartera
Giménez-Reyna ha confirmado que el pasado mes de marzo acudió a un almuerzo en la sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), invitada por su presidenta, Pilar Valiente, en el que también estaba el entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna. Según su declaración, Valiente utilizó este segundo encuentro con los representantes de Gescartera, una vez que la sociedad ya se había convertido en agencia de valores, para "aleccionarles" en el sentido de que, ya que el organismo regulador había confiado en el proyecto, ellos debían de ser estrictos en el cumplimiento de la legalidad.
Camacho, Ruiz de la Serna y Sierra, los culpables
La hermana del ex secretario de Estado de Hacienda asistió a algunas reuniones con la Fundación ONCE destinadas a su captación como socio institucional, aunque asegura que se desentendió de estas negociaciones, por el gran calado que tenía la operación. La presidenta de Gescartera ha reiterado su primera declaración al culpar a Camacho, al apoderado José María Ruiz de la Serna y al consejero Francisco Javier Sierra Flor de la gestión y de las irregularidades cometidas en la agencia de valores.
Sin embargo, Pilar Giménez-Reyna ha reconocido que utilizó, sin saberlo, la tarjeta de crédito de la empresa en unas tres ocasiones, actuación en la que se basan las acusaciones para demostrar que tenía acceso y manejaba los fondos de la agencia. También ha explicado que llegó a plantearse su dimisión cuando supo que Camacho y De la Serna habían sido inhabilitados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores para formar parte del consejo de administración, aunque finalmente desistió de abandonar la presidencia de la agencia.
Valiente "aleccionó" a los responsables de Gescartera
Giménez-Reyna ha confirmado que el pasado mes de marzo acudió a un almuerzo en la sede de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), invitada por su presidenta, Pilar Valiente, en el que también estaba el entonces secretario de Estado de Hacienda, Enrique Giménez-Reyna. Según su declaración, Valiente utilizó este segundo encuentro con los representantes de Gescartera, una vez que la sociedad ya se había convertido en agencia de valores, para "aleccionarles" en el sentido de que, ya que el organismo regulador había confiado en el proyecto, ellos debían de ser estrictos en el cumplimiento de la legalidad.
Camacho, Ruiz de la Serna y Sierra, los culpables
La hermana del ex secretario de Estado de Hacienda asistió a algunas reuniones con la Fundación ONCE destinadas a su captación como socio institucional, aunque asegura que se desentendió de estas negociaciones, por el gran calado que tenía la operación. La presidenta de Gescartera ha reiterado su primera declaración al culpar a Camacho, al apoderado José María Ruiz de la Serna y al consejero Francisco Javier Sierra Flor de la gestión y de las irregularidades cometidas en la agencia de valores.
Sin embargo, Pilar Giménez-Reyna ha reconocido que utilizó, sin saberlo, la tarjeta de crédito de la empresa en unas tres ocasiones, actuación en la que se basan las acusaciones para demostrar que tenía acceso y manejaba los fondos de la agencia. También ha explicado que llegó a plantearse su dimisión cuando supo que Camacho y De la Serna habían sido inhabilitados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores para formar parte del consejo de administración, aunque finalmente desistió de abandonar la presidencia de la agencia.