L. D.
Según el portavoz socialista en el Congreso de los Diputados, el ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno tiene responsabilidad, y grave. Sin embargo, ellos no piden su dimisión –dice Caldera- ya que respetan el desarrollo de los trabajos de la comisión de Investigación, que será la que depure las responsabilidades. A pesar de todo, Caldera opina que si Rato utilizara la misma vara de medir que utilizó en su día con el PSOE, debería haber dimitido ya.
Al ser preguntado por las similitudes entre el caso Ibercorp y Gescartera, Caldera asegura que “en Ibercorp no se robó, no se estafó dinero a nadie, ni desaparecieron 18.000 millones de pesetas de inversores, muchos de ellos inocentes. Fue un caso de uso de información privilegiada y de ocultación a la Hacienda pública de unos capitales. Sancionable, sin duda, pero de gravedad menor”.
Respecto a Aznar, Caldera se sorprende porque no haya pronunciado una sola palabra sobre este tema, “salvo aquella famosa frase de caiga quien caiga. Pero una cosa es hablar y otra es hacer”, asegura. Además, al portavoz socialista le llama la atención el silencio de Aznar sobre dos personas con las que tenía mucho trato y relación directa: Pilar Valiente y Enrique Giménez Reyna. Según Caldera, “es sabido que tenía relaciones directas con ambos y no ha dicho ni una sola palabra”.
A su juicio, lo que se percibe en todo este asunto es una lucha interna dentro del PP. “Son las propias familias del PP las que se posicionan para colocarse mejor en la carrera. Y hay gente que directa o indirectamente están criticando a Rato. El vicepresidente tiene al enemigo en casa, créame. Y muchos están aprovechando este asunto para eliminarle de la sucesión”, asegura Caldera.
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Al ser preguntado por las similitudes entre el caso Ibercorp y Gescartera, Caldera asegura que “en Ibercorp no se robó, no se estafó dinero a nadie, ni desaparecieron 18.000 millones de pesetas de inversores, muchos de ellos inocentes. Fue un caso de uso de información privilegiada y de ocultación a la Hacienda pública de unos capitales. Sancionable, sin duda, pero de gravedad menor”.
Respecto a Aznar, Caldera se sorprende porque no haya pronunciado una sola palabra sobre este tema, “salvo aquella famosa frase de caiga quien caiga. Pero una cosa es hablar y otra es hacer”, asegura. Además, al portavoz socialista le llama la atención el silencio de Aznar sobre dos personas con las que tenía mucho trato y relación directa: Pilar Valiente y Enrique Giménez Reyna. Según Caldera, “es sabido que tenía relaciones directas con ambos y no ha dicho ni una sola palabra”.
A su juicio, lo que se percibe en todo este asunto es una lucha interna dentro del PP. “Son las propias familias del PP las que se posicionan para colocarse mejor en la carrera. Y hay gente que directa o indirectamente están criticando a Rato. El vicepresidente tiene al enemigo en casa, créame. Y muchos están aprovechando este asunto para eliminarle de la sucesión”, asegura Caldera.
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