L. D. / EP.-
Rodrigo Rato señaló el martes que las tarifas para el próximo año tendrían en cuenta la inflación, las inversiones previstas por el sector, las necesidades energéticas y la situación de la factura de la luz en los países europeos. Estas palabras han sido bien acogidas por el presidente de Unión Fenosa y de la patronal UNESA,
José María Amusátegui
, quien señaló que Rato "ha estado muy claro y ha dicho que conoce perfectamente la problemática del sector y de las tarifas". En su opinión, es necesario un incremento de las mismas, aunque destacó que lo "importante" es que haya una metodología y una actividad regulatoria "de ajuste, que será muy buena para todos".
De la misma opinión se mostró su homólogo en Endesa, Rodolfo Martín Villa , al indicar que la intervención de Rato sobre las tarifas fue "esperanzadoramente tranquila".Martín Villa ha puesto de manifiesto los "problemas y contradicciones" del sector, que gestiona de forma privada un servicio público. Asimismo, indicó que todas las empresas están pendientes del Real Decreto de tarifas de diciembre, lo que en 2003, tras la liberalización del mercado, no será apenas importante, dado que la relevancia recaerá sobre las normas regulatorias.
Por su parte, el presidente de Iberdrola, Iñigo de Oriol , ha asegurado que es "fundamental" un marco regulador "objetivo y predecible". En este sentido, consideró que las tarifas tienen que ser estables mientras existan, siguiendo la evolución de los precios y reflejando los costes para que las inversiones planeadas por las empresas sean rentables. Así, Oriol indicó que el "fuerte ciclo inversor" en el que está inmerso el sector eléctrico exige una regulación que permita la recuperación y la rentabilidad razonable de las inversiones, especialmente "en un horizonte financiero ensombrecido por los efectos” del ataque a EEUU.
De la misma opinión se mostró su homólogo en Endesa, Rodolfo Martín Villa , al indicar que la intervención de Rato sobre las tarifas fue "esperanzadoramente tranquila".Martín Villa ha puesto de manifiesto los "problemas y contradicciones" del sector, que gestiona de forma privada un servicio público. Asimismo, indicó que todas las empresas están pendientes del Real Decreto de tarifas de diciembre, lo que en 2003, tras la liberalización del mercado, no será apenas importante, dado que la relevancia recaerá sobre las normas regulatorias.
Por su parte, el presidente de Iberdrola, Iñigo de Oriol , ha asegurado que es "fundamental" un marco regulador "objetivo y predecible". En este sentido, consideró que las tarifas tienen que ser estables mientras existan, siguiendo la evolución de los precios y reflejando los costes para que las inversiones planeadas por las empresas sean rentables. Así, Oriol indicó que el "fuerte ciclo inversor" en el que está inmerso el sector eléctrico exige una regulación que permita la recuperación y la rentabilidad razonable de las inversiones, especialmente "en un horizonte financiero ensombrecido por los efectos” del ataque a EEUU.