La Generalidad anunció hoy uno de los compromisos electorales de CiU, la rebaja del impuesto de sucesiones en línea con lo aprobado por otras CCAA, como Madrid y Valencia, con lo que se evitará la competencia fiscal con otros territorios.
El proyecto de ley aprobado por el Consell Executiu supone una bonificación del 99 % de la cuota tributaria para los cónyuges, descendientes directos y ascendentes y supone también que se avanza la tercera fase de la reforma del 2009 con efectos retroactivos a 1 de enero del 2011.
A dos días de que se cumplan los primeros 100 días de su Gobierno, el presidente de la Generalidad, Artur Mas, compareció este martes ante los medios tras la reunión del Ejecutivo para explicar los detalles de la reforma del impuesto de sucesiones, que definió como "el fin de la discriminación", y para hacer balance del inicio de la legislatura.
Artur Mas explicó que "para primos, hermanos y sobrinos la situación ya es mejor que en Valencia y Madrid y lo que se ha mejorado es para padres, hijos y cónyuges, en donde Cataluña tenía una situación claramente peor".
El consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, señaló que esta medida de rebajar el impuesto de sucesiones supone algo que no va solo y que "es complementario con otras medidas como reducir el gasto un 10 % el 2011, que es otro compromiso" que tienen.
"Damos una bonificación del 99 % y avanzamos la tercera fase de reforma del 2009, de manera que técnicamente aprovechamos la reforma anterior para avanzarla y mejorar la situación de los contribuyentes", justificó Mas-Colell.
La Generalidad puso algunos ejemplos de cómo quedará el sistema con la actual reforma y, así, un descendiente que heredase una base imponible de 2 millones de euros y que tuviese 45 años pagaría 2.570 euros en Cataluña y en Madrid pagaría 5.526 euros y en Valencia un total de 5.379 euros.
"Por tanto, el sistema queda mejor que en Madrid y Valencia", sentenció Mas-Colell, al explicar el principal objetivo de la reforma.
Según Mas-Colell, el impacto recaudatorio en 2012, cuando esté a pleno rendimiento, será de 102 millones menos, con lo que la Generalitat todavía recaudará por este impuesto 156 millones de euros. "En 2011, el impacto será ligeramente superior a 150 millones de euros, al no estar esta reforma fiscal a su pleno rendimiento", manifestó Mas-Colell.
Artur Mas, por su parte, advirtió de que esta reforma sólo es el principio y añadió: "habrá que ver si hay que actuar en otros impuestos, como donaciones, algo que dependerá de cómo vaya la economía y veremos qué otros impuestos hay que modificar".
"No nos planteamos ninguna subida de impuestos en Cataluña", aseguró Mas antes de recalcar: "reitero hoy que el actual gobierno de Cataluña no subirá impuestos en una situación económica tan difícil para tanta gente, ya que hay que reactivar la economía, a pesar de que los cantos de sirena, de que la receta de Madrid vaya en otro sentido".
Artur Mas recordó que tienen el propósito de "ir anulado incrementos de impuestos que había hecho el anterior gobierno catalán".
Aseguró también que no lo hacen ahora porque tienen "cuatro años", porque no se comprometieron a hacerlo y porque "hay que ver cómo evoluciona la economía", y apuntó que las futuras reformas pueden afectar a donaciones y a sucesiones en parentesco indirecto.