@Albert_B
Teniendo las necesidades básicas cubiertas no se es feliz. En la cárcel tengo las necesidades básicas cubiertas, luego no soy feliz.
Soy feliz consiguiendo cubrir las necesidades por mi mismo, siguiendo mi criterio y no el que se me imponga.
Yo hace dos días no tenía smartphone, luego no lo necesitaba, hoy tengo uno, y me doy cuenta que es muy práctico y me facilita muchas cosas.
Merece la pena trabajar más, para conseguir esas cosas que ayer no nos hacían falta. Así es como uno se realiza como persona, y no siguiendo los dictados de los lumbreras.
Por lo demás, tu retórica comunista me da asco. ¿"fomentar mentalidad cooperativa"? Yo fomentaré mi mentalidad, no el estado, gracias.
Albert_B, por supuesto que no te falta razón en mucho de lo que dices. Pero no deberías engañarte respecto a la naturaleza humana.
Podríamos llevar una vida más sencilla, más natural, sin publicidad, sin necesidades artificiales... Para empezar, se podrían suprimir las centrales nucleares, y tirar para adelante con una disponibilidad energética reducida (por supuesto, olvidándonos de la energía fotoeléctrica, que requiere unos materiales y una tecnología muy sofisticados).
Pero esto es lo que sucedería: 60 años después del comienzo del invento, vendrá una generación de jóvenes que pensará que en el átomo se encuentra una gran fuente de energía, y que estaría bien aprovecharla y facilitar las cosas. Y vuelta a empezar.
Porque la vida que llevamos no nos ha sido impuesta por nadie, sino que es el resultado de la búsqueda del progreso material por parte de la gente. Puedes opinar que ese progreso material es una equivocación, que es mejor un progreso espiritual, que las consecuencias de hacer las cosas así acabarán siendo terribles... Puedes opinarlo, y puedes hasta tener razón. Pero lo que no vas a evitar es que la gente quiera precisamente eso.
Puedes montar una dictadura, y evitarlo por un tiempo. El comunismo tiene mucho sentido: se dirige la economía de una manera racional, y así se optimizan los recursos, se produce todo lo necesario y sólo lo necesario, no hay parados que padezcan marginación... Dejemos de lado todos sus aspectos negativos, y supongamos que es la gran panacea, la racionalización de la actividad humana.
¿Sabes qué va a pasar si organizas un país comunista? Pues lo que ya pasó, lo que vimos en la Unión Soviética: que tarde o temprano la gente lo manda a paseo, porque la gente no quiere eso. Y no es sólo que allí se hiciera mal, y todo eso que suelen alegar los partidarios del comunismo; sino que, realmente, por bien que se haga, siempre habrá un ser humano que diga "pues yo tengo una idea, y quiero ponerla en práctica, y no quiero que nadie me lo impida". Y al final, el resultado será un mundo como el actual.
No digo que sea bueno, qué va... pero es lo posible, es lo que el ser humano da de sí. Y cualquier idea que ignore la naturaleza del ser humano, con sus virtudes y sus defectos, perderá frente a la realidad. Por desgracia, entre su implantación y la derrota suele mediar un horroroso período de sufrimiento.
a mí el mercado nunca me ha amenazado, ni me ha quitado parte de mi dinero en contra de mi voluntad, ni me ha obligado a pagar por servicios que ni utilizo ni quiero utilizar. El estado, por el contrario, sí lo hace.
dragonto,
Fíjate que me estás escribiendo en singular, tienes la mentalidad individualista grabada a fuego. No tiene sentido que me vaya yo solo al campo, el planteamiento es ser muchos, cooperar. Para que funcione el cambio hace falta que exista un mínimo de personas con ganas de caminar en otra dirección. Y gracias a la crisis se está consiguiendo poco a poco.
[Las soluciones deben nacer de la cooperación y de la gente organizándose nivel mundial]
La ley de los 25 años de garantía está pensada para ser internacional si no poco sentido tendría. Los productos serían más caros y nos daríamos cuenta que mucho de lo que compramos no lo necesitamos. También se fomentaría la mentalidad cooperativa pues se compraría un producto entre un grupo, comunidad o cooperativa. Igual que se tiene una biblioteca donde coges un libro y lo devuelves se puede hacer con muchas otras cosas, entre ellas las herramientas.
Eres víctima de lo que se denomina "fe en la ciencia y la tecnología", pero es normal pues nos hemos acostumbrado a 'cosas nuevas' constantemente. Pero leyendo resvistas científicas de alto y viendo documentales uno se da cuenta de sus límites y que cada vez crear algo nuevo es más difícil y lleva mucho más tiempo.
Teniendo las necesidades básicas cubiertas hace falta muy poco para ser feliz. Hoy trabajamos mucho porque nos cuesta conseguir el dinero para las necesidades básicas, el elemento clave es la vivienda. De boca de un amigo amigo de un pais del ecuador, "la gente allí es más libre o vaga según se quiera mirar porque el clima les permite prescindir de la necesiad de una vivienda, trabajan lo justo para el alimento". Te recomiendo el documental "Servidumbre moderna".
Una de las claves es la reflexión de Dragonto a la pregunta de Albert: ¿Hace falta trabajar tanto? Déjame decidir. La idea es simple, toda forma de planificación social implica que se le está quitando libertad al individuo.
7. Si el país es dueño de su moneda, la devalúa y todos los ciudadanos que se vayan al caraj. Así los políticos siguen pagando lo mismo, no despiden a nadie y todos estafados pero contentos. Se cierra el país hacia el mercado interno, se estatiza los medios de producción y los amiguitos del poder se siguen forrando.
Esto se prolonga hasta que el pueblo se harta, hay elecciones / revolución y entra un nuevo gobierno que liberaliza todo y el ciclo vuelve a comenzar.
7 bis. Si el país no es dueño de su moneda no la puede devaluar, entonces deberá sanear su presupuesto. Es muy fácil regalar beneficios, pero harto difícil quitarlos. La gente no reconoce que esos beneficios que tienen casi todos eran fatuos y todos los que están pagando su Audi dirigen su odio al del Mercedes y se pide que aumenten los impuestos "a los ricos" ... al final todos terminan cayendo en la definición de "ricos".
Aquí aparecen los de siempre hablando del los financistas internacionales (y les falta decir judíos) y de la esclavitud de los mercados. La verdad es que nadie le quiere prestar dinero a un estado para que pague pensiones, salarios y subsidios sobrevaluados porque ese dinero no va a producir nada y por lo tanto no hay garantía de devolución.
4. Se acaba el superávit, pero la gente pide más (porque el que pide al cielo y pide poco es loco) y los políticos no se lo pueden negar. Entonces comienza el endeudamiento.
El producto que venden los prestamistas es TIEMPO y el precio es el interés. Antes los prestamistas financiaban a reyes para las guerras y el riesgo era que fueran vencidos. Ahora los prestamistas financian a políticos para la guerra política y el riesgo es que quiebren el país, pero de alguna forma lo recuperarán.
5. El endeudamiento es "barato" mientras la economía del país sigue creciendo, o sea mientras persista la razón de su bonanza. Así que los políticos tiran de tarjeta de crédito y dan cada vez más beneficios a sus súbditos: "Acá se vive como en ninguna parte". El problema es que son gastos no productivos (salvo para los políticos). El país está viviendo por encima de sus posibilidades, los mileuristas se compran Audis y algunos listos se hacen de oro.
6. Estalla la burbuja. Sin previo aviso. O se declara la guerra. O aparece un substituto al producto estrella del país. O llega al poder un déspota dispuesto a acabar con los empresarios.
Los que cobraron la deuda respiran aliviados, los que aún no cobran luchan por hacerlo, nadie quiere prestarle más al país porque saben que no va a producir en mucho tiempo. El riesgo se dispara y el estado, que gastaba el 120% de lo que producía ahora se da cuenta de que no puede producir más y por lo tanto no puede mantener el gasto.
Últimamente he leído muchos artículos en defensa del libre mercado, pero los abajofirmantes de siempre que hablan de esclavitud al mercado no se refieren a eso.
Lo que piden, por malicia o por estupidez, es que los países dejen de pagar las deudas y que se continúe recibiendo préstamos. Atacan a "los mercados" porque "los mercados" están evaluando las posibilidades de pago de países como Grecia o España y están decidiendo que prestarles es una inversión muy riesgosa que no vale la pena.
La cascada es clara y siempre ocurre. Es la marca del Leviatán:
1. El país entra en una fase de vacas gordas, ya sea porque llama a las industrias, por un boom minero, por el guano, por la construcción ...
2. Aparece una multitud de ricos y aumenta significativamente la recaudación tributaria.
3. Los políticos ante este superávit deciden comprar votos y "paz social": Les dan a los sindicatos todo lo que piden, aumentan las pensiones, bajan la edad de jubilación, dan subsidios a diestro y siniestro, sacan de la manga nuevos puestos de trabajo a cargo del estado y todo el mundo quiere ser funcionario, inician la construcción de infraestructuras ... en este carnaval algunos amiguetes salen muy beneficiados.
Origen natural del capitalismo:
_http://etrusk.blogspot.com/2008/04/basis-of-human-behavior.html
Excelente artículo divulgativo. Diáfano. Combina sustancia y didáctica. Irrebatible, pero esto último ya no es mérito de Rallo sino de la solidez y lógica aplastante del análisis liberal. Hace falta ser muy capcioso o muy fanático para poner algún pero.
Pero hay peros. Me gustaría saber cómo piensa Amadeus que los mercados financieros y la especulación provocaron la crisis, porque es facilísimo aventurar afirmaciones gratuitas sin el menor desarrollo o explicación que las avale, es decir, limitarse a repetir eslóganes o consignas como haría una cacatúa. Le voy a decir en pocas palabras cómo creo yo que el intervencionismo político causó el desaguisado: recalentando la economía ofreciendo un presunto ahorro inexistente a fin de estimular crecimientos artificiales. El mecanismo es sencillo: haces creer a todo el mundo que nadamos en la abundancia, que sobran recursos para financiar sin apenas coste cualquier proyecto suntuoso o ambicioso en exceso, porque lo más básico y necesario está ya cubierto; se incentiva el despilfarro y el consumismo jaleados por una inflación monetaria que tarda en ir a precios –debido a un transitorio repunte de la producción, un espejismo- o se entierra en burbujas inmobiliarias o del tipo que sea; pero la fiesta se acaba cuando inevitablemente nos damos cuenta de que no hay posibles para todos en la medida que habíamos creído: los proyectos que no sean suficientemente productivos o eficientes, lo suficiente rentables como para obtener beneficios a corto plazo antes de que se acabe el alegre tráfico de títulos y se compruebe qué activos reales los garantizan, quebrarán en cadena sin remisión. ¿Qué demonios tienen que ver en todo esto los mercados o los especuladores? Ningún especulador privado puede controlar los tipos de interés o generar espirales de crédito fraudulento, eso es potestad exclusiva de los bancos centrales, instituciones genuinamente políticas ansiosas de financiar los dispendios con que los gobiernos compran votos.
Estoy muy de acuerdo con HoPin. La democracia de Amadeus bien podría ser la que llevó a Hitler al poder. La mía es fundamentalmente Estado de Derecho, gobierno de cada uno sobre sí mismo sin que nadie interfiera, ¿cabe un mayor y más auténtico gobierno del pueblo? Pero qué se puede esperar de quien piensa que coaccionar sería negarles un préstamo a un grupo de matones que han votado que tu dinero les pertenece.