Si sobra alguien que echen a los empleados públicos que no han entrado por oposición y que están en empresas públicas (por cierto, muchas deficitarias) no se sabe con qué criterio de selección.
En estas empresas hay mucho menos control del gasto y es donde se lo llevan crudo los políticos, que además tienen a sus amigos y familiares enchufados en los puestos directivos de estas empresas.
Por si fuera poco, dichas empresas están vaciando de competencias a las Administraciones públicas. En fin, un cachondeo.
Para terminar, yo no entiendo cómo, si dicen que saben tanto porque sacaron una oposición (ya he explicado esto de las oposicones), siguen tragando congelaciones de sueldo y recortes.
Si realmente tuvieran conocimientos que sirvieran para algo la mayor parte ya se habría pasado a la empresa privada.
No entiendo cómo la gente puede pasarse años y años estudiando una oposición, sin ganar un céntimo, para luego ganar poco más de mil euros al mes, excepto en una situación de paro como la actual en la que, como no vas a encontrar trabajo, por lo menos esto es una salida.
Hay que recortar esta losa de los funcionarios de inmediato
Este de cuento de las oposiciones tiene que ser aclarado: en primer lugar, depende de la ratio aspirantes-plazas convocadas. La mayor parte de los funcionarios actuales jamás hubiera sacado la oposición con una proporción como la que se ha dado en los últimos años.
Que aprobar la oposición no garantiza que ahora se sepa lo que se aprobó,ni mucho menos que no se haya quedado desfasado, lo que es muy corriente entre los funcionarios.
Que aprobar la oposición no quita que si sobra gente el Estado tenga que desprenderse de lo que le sobra.
Que el temario de las oposiciones en un 50% como mínimo no son más que historias sin contenido, rollo teórico que no le interesan a nadie y perfectamente inútiles para la sociedad y las empresas.
Que los tribunales de oposición no tienen ni puta idea del temario de la oposición.
Y que de este modo, como no tienen ni puta idea, la oposición no es más que una técnica de cómo recitar un temario.
Yo tuve un compañero de carrera que suspendió prácticamente todo en primero, abandonó la carrera, se preparó una oposición por su cuenta, en seis meses, aprobó a la primera, porque había plazas de sobra. Y era un vago de cuidado. Como este caso conozco algunos más de primera mano.
Luego podemos hablar de que muchos funcionarios de carrera lo son gracias a la historia de los puntos, llegan a la oposición con ventaja, sacan peores puestos que otros candidatos y son favorecidos por tener más puntos, a pesar de tener peores conocimientos del rollo patatero que suele ser el temario.
Sí, En España sobran 2 millones de funcionarios, aparte de militares, policía, justicia, profesores,etc, hay muchos que son perfectamente prescindibles, y constituyen una losa al desarrollo del país.
La inamovilidad del funcionario tiene raíces históricas, debido a los cambios políticos en el XIX, en algunos países no existe, por ejemplo Estados Unidos o Inglaterra.
Hay demasiados y se debe cambiar la ley para despedirlos cuando el país no los necesite. O en el peor de los supuestos, ´si basan su puesto en una oposición que aprobaron, que se presenten otra vez, a ver si están al día y se lo saben. Que ya está bien de chupar de los ciudadanos.
El problema surge de lo de siempre, los parásitos políticos, corruptos, ineficientes y liberticidas. Por eso se trata de blindar al trabajador (funcionario) de sus jefes.
Pero eso ha devenido (en muchos casos) en un sector público sobredimensionado, sin incentivos, sin calidad ni interés. Luego se sorprenden de las bajas (no reales), depresiones, que fichen (si lo hacen) y se larguen, que en horario de trabajo se vayan 20 veces a tomar café (y a hacer la compra y las gestiones que sea)... Y se justifican con que A) Han aprobado una oposición (como si fuera dispensa papal, o como si el aprobado garantice que no se haya hecho trampas), y B) Que cobran poco (los que cobran poco, a ver si se piensan que fuera un ingeniero siempre cobra una pasta, aún trabajando de ello).
Así que una cosa no justifica la otra. Que se pueda valorar objetivamente el rendimiento, y si no es el normal, que se baje el sueldo, o incluso se pueda despedir. Que se quiten los complementos "por puntualidad" y otros absurdos. Y, si es justo, que se suban los sueldos a los que queden. Prefiero 1 trabajador que rinda y haga bien su trabajo, cobrando el triple de ahora, que 20 tomando café, que no se molesten en hacer su trabajo, lo hagan mal, te pongan mala cara...
Y, evidentemente, controlar también lo que hacen sus jefes. Al que intente enchufar a familia/amigos..., echar/acosar a sus subordinados... que le metan un multazo, cárcel, expulsión (por siempre) de la función pública (e incluso temas como obtener contratos de la misma), etc.
Hombre Sr. Aranda un minimo de rigor y honestidad intelectual; Vd. es miembro del comité ejecutivo de CEOE , que no es mas que un sindicato de ejecutivos de empresas en busca de subvenciones y canonjías otorgadas por papá estado; no son empresarios puros eficientes, capaces de competir en libre concurrencia y sin privilegios ni subvenciones; los funcionarios de carrera han ganado una oposición en libre concurrencia y sin privilegio alguno ex-ante; cosa distinta es que la casta política hipertrofie la administración y la haga ineficiente y muy costosa a base de convertir la misma en su cortijo y ponerla al servicio de intereses particulares como los de la organización a la que Vd pertenece; por cierto, a ver si se entera de una vez y se deja de chorradas propias de yuppis utilitaristas como "la economía os hará libres"; ¡no hombre no!, precisamente porque tenemos libre albedrio existe la economía en sentido lato (praxeología).
Sr. Aranda, se pueden arbitrar y comparativamente se arbitran muchos procedimientos para el acceso, y para la remoción, a los puestos de trabajo de las funciones públicas. Cada país tiene sus circunstancias y su tradición. El despido libre de funcionarios es posible que llegue hasta ser una necesidad, pero tendría consecuencias previsibles e imprevisibles de todo tipo. Las previsibles no serían despreciables -valga el comentario puntual de 11cetina, punto 2º-. Hasta Vd., que ha demostrado tan alta incompetencia al ocuparse en LD de ese tema, podría hacer un pequeño esfuerzo para imaginarlas. Claro que después de haber estudiado cómo es la cosa en otros países y cómo ha sido en otras épocas en el nuestro y cuáles son nuestras circunstancias y por qué es así nuestra tradición. Y, a partir de ahí, hágase la prospectiva adecuada sobre tal o cual medida que se le ocurra.
Atentamente
De lo que está plagada nuestra sociedad es de injustas aberraciones como que España es el país con más políticos de toda la unión europea, teniendo el doble que Italia y el triple que Alemania, a pesar de que Alemania tiene 6 niveles de organización, frente a 4 de España. No sobran diputaciones ni ayuntamientos (menos que Alemania e Italia), sobran políticos puestos a dedo. Concretamente hay más políticos (445.568) que la suma de médicos (165.967), policías (154.000) y bomberos (19.854).
Por otro lado, de lo que está plagado nuestro sistema es de aberraciones como:
- IRPF a las rentas altas rebajado con PPSOE hasta el 43% mientras os países de nuestro entorno lo tenían por encima del 52% (Francia, Alemania, Dinamarca, Holanda...)
- Fraude fiscal. Se invierte 5 veces menos en perseguirlo que en Francia o Alemania. De hecho el 72% del fraude es fácilmente perseguible si se ponen los medios, pues casi tiene nombres y apellidos entre los socios de la CEOE como afirman los técnicos de Hacienda. El neoliberal Michele Boldrín afirmó recientemente que "SOLO" se recaudaría con ello 2 puntos del PIB. Lo que intencionadamente no explicó es que eso significan 20.000 millones anuales.
- Patrimonio y sucesiones dejado de cobrar durante años e IBI de la iglesia como paga todo hijo de vecino en España y toda iglesia en Europa.
- IVA de lujo existente en los '90 y que solo afectaba a la compra de barquitos, avionetas, terceras casas y joyas en general, lo que se gravaba con el 33%. Ahora pagamos el lujo de unos pocos entre todos.
Sumando esto a la baja, tendríamos unos 30.000 millones dejados de cobrar durante una media de 8 años (algunos 5 otros no se han cobrado nunca), lo que nos daría un superativ de 240.000 millones y sin tocar un ápice los servicios básicos. Al restar los 90.000 millones de déficit actuales deberían sobrarnos 150.000 millones que debieron ser reinvertidos en sectores productivos en vez de en potenciar el ladrillo y que debieron utilizarse para la reconversión de sectores agotados o sobreutilizados como minería, pesca y trabajadores del ladrillo.
Hablemos con datos en la mano o la credibilidad de lo dicho será nula.
El funcionariado es un resto decimonónico, que no tiene cabida en pleno siglo XIX.
La oposición ha de ser requisito imprescindible para trabajar en la administración, pero es totalmente absurdo que garantice un puesto de trabajo de por vida.
Por otro lado el nivel del funcionariado deja mucho que desear, y no es otro problema, es una consecuencia directa del "trabajo de por vida" y gran responsable de la crisis actual en España.
Me decepciona usted. La demagogia es el argumento de los mediocres y usted, en este asunto, está demostrando no ser distinto de los miserables sindicalistas y politicuchos que padecemos en España.
La razón de ser del funcionario es dotar a la administración pública de una fuerza laboral profesionalizada que se encuentre al margen de los vaivenes de la alternancia política. Cierto es que que este principio ha sido subvertido por los propios políticos, creando las figuras de la libre designación, personal interino y contratados laborales, para poder enchufar y despedir a quienes les resultaran cómodos o incómodos.
La mala imagen que se tiene del funcionario viene inducida por la mala gestión que de ellos se hace por parte de los responsables. Hay personal en exceso en puestos concretos mientras hay escasez en otros. Los sindicatos tienen buena culpa de ello y, si los sindicatos tienen gran parte de la culpa, es porque los políticos que gobiernan la administración pública son sus cómplices y colaboradores en el delito.
La realidad del funcionario es bastante triste y humilde, condenado a bajos sueldos y a muchas incompatibilidades, sometido al escarnio permanente de la opinión pública gracias a comentarios y opiniones como la suya, Sr. Aranda, en la que se culpa a los mismos de situaciones que ellos no sólo no han provocado, sino de las que también son víctimas.
La carrera y la remuneración del funcionario debiera ser una función de su verdadera productividad y de su dedicación al trabajo, pero ello no puede depender del criterio de un superior puesto a dedo por políticos, que no va a considerar esas variables para promocionarlo, sino que va a tener en cuenta la afinidad y el sometimiento a los dictados del mandamás de turno. Cierto es que hay funcionarios indignos, vagos y nocivos para el trabajo, como en todas partes, y es a ésos a los que hay que purgar, como en todas partes, especialmente en las grandes empresas, en la banca y en la política.
Usted, Sr. Aranda, es beneficiario de la injusticia social que nos ha traido esta democracia infecta. Es el máximo dirigente de AGETT, Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal. Trabajo temporal, Sr. Aranda. Estas empresas ETT son un subproducto o daño colateral de la injusticia permanente que se aplica sobre los trabajadores, cuya aportación a la producción se ha convertido en una mercancía y ha sido desposeída de la dignidad humana inherente al trabajo. Debería usted de tener un poco de vergüenza y algo de esa dignidad de la que he hablado a la hora de opinar sobre los funcionarios y señalarlos como uno de los colectivos a esquilmar, aún más.
loboe: yo personalmente estoy de acuerdo con casi todo lo que dices siempre, buen fin de semana y gracias por verificar lo que yo ya sé, pero no puedo expresar tan bien al no ser tan culto y leído como tú.