Prácticamente todas las empresas que importan o exportan a Asia están afectadas ya sea por retrasos en la entrega de contenedores, sobrecostes o ambas cosas. A una de las compañías afectadas, que fabrica herrajes y muebles de cocina, traer la mercancía le va a costar un 200 por cien más. Las empresas denuncian el abuso de las navieras, de las que dependen totalmente porque traer las mercancías por avión resulta ruinoso. La mayoría asegura que está asumiendo ese sobrecoste pero si se alarga la situación acabarán repercutiéndolo. Aunque no todos pueden. Es el caso de aquellas que trabajan con licitaciones públicas. El tiempo juega en contra porque en febrero, con el Año Nuevo, China cierra por vacaciones.
