Un tribunal de Países Bajos ha dado la razón a Greenpeace y ha ordenado al Gobierno neerlandés recortar en un 50% las emisiones de nitrógeno derivadas principalmente de la ganadería, según la organización ecologista. Si no lo hacen antes del año 2030, se enfrentan a una potencial multa de 10 millones de euros.
La sentencia recrimina al actual gobierno (una coalición de derechas que también incluye el partido Movimiento Campesino-Ciudadano (BBB)), que haya revertido las medidas adoptadas por el gabinete anterior de Mark Rutte que, según cifras de Swissinfo, destinó más de 24.000 millones de euros para alcanzar los objetivos de reducción de nitrógeno mientras que el gobierno actual redujo esa cantidad a 5.000 euros.
La ministra de Agricultura de Países Bajos, Femke Marije Wiersma, miembro precisamente del BBB, ha admitido en un primer comunicado que no era el fallo que "esperaba" y ha prometido estudiarlo a fondo antes de valorar una respuesta en firme, también el posible recurso.
El Gobierno se toma "muy en serio" esta problemática, pero al mismo tiempo llama a tener en cuenta el "amplio impacto social" que puede acarrear los recortes de las emisiones. También alegó que no se puede exigir "lo imposible", puesto que los objetivos más ambiciosos son "inalcanzables y poco prácticos", aseguró, citando un informe del Instituto Nacional de Salud Pública (RIVM).
Precisamente uno de los motivos de la creación del BBB fueron las polémicas medidas de reducción de emisiones. En cualquier caso, Greenpeace reclama que el Gobierno actual asuma el compromiso medioambiental de la administración anterior, que buscaba una reducción del 70% en ciertas áreas. Con esta sentencia, el tribunal da la razón a la organización a pesar de que prácticamente habría que reducir en 4 millones la cabaña ganadera para alcanzar los niveles prometidos.