
Este martes, Enagás presentó sus resultados anuales y su Actualización Estratégica para el periodo 2025-2030, un documento en el que aunque el grueso del protagonismo se lo lleva el hidrógeno verde también se alude al apagón nuclear que arranca en 2027 y que según se viene avisando desde hace años tendrá como inmediata consecuencia que España tendrá que quemar más gas.
En la conferencia, el CEO de Enagás, Arturo Gonzalo, aludió a los momentos el año pasado de "baja generación de eólica y solar", cubiertos, dijo, "en más de un 85 por ciento por ciclos combinados". También mencionó el "récord diario de la demanda en los dos últimos años" que se produjo el pasado 11 de diciembre con 1671 GW. Y señaló cómo en los próximos años las infraestructuras gasistas van a tener "un rol creciente" como "respaldo al sector eléctrico y para facilitar la transición energética". Los ciclos combinados, señaló en otro momento de la conferencia, será un "respaldo imprescindible" en el futuro ya que "los picos de demanda eléctrica van a ser cada vez mayores, debido a la creciente generación renovable intermitente y la desconexión nuclear".
El documento con las claves de la estrategia de la compañía menciona también el "fuerte incremento de la demanda de los centros de datos" en los próximos años: "La potencia total acumulada que se estima para el sector de los Centros de Procesamiento de Datos hasta 2030 es de 2500 MW", señala al respecto la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024.
Por todo ello, Enagás espera en estos años una "mayor demanda de ciclos combinados, que mantendrán potencia instalada para atender picos de demanda eléctrica (centros datos, electrificación de otros usos)" y que se traducirá, según sus cálculos, en un 70 por ciento de crecimiento de punta de demanda de gas natural en los próximos años.
Aviso de la AIE
Gonzalo se mostró seguro de que el sistema gasista jugará este papel de respaldo "crecientemente" y "lo seguirá haciendo a medio plazo, sin ninguna duda". Lo mismo avisó hace unos días la Agencia Internacional de la Energía en un informe sobre demanda eléctrica mundial en el que aludía al Plan Nacional Integrado de Energía y Clima elaborado por el Gobierno español y que contempla el cierre nuclear de aquí a 2030 de las centrales de Almaraz, Ascó I y Cofrentes. "A menos que se produzca un repunte en almacenamiento", una tecnología aún incipiente que permitiría reducir la intermitencia renovable, "aumentará la dependencia de los ciclos combinados en el sistema eléctrico".
Desde el Gobierno, en cualquier caso, la posición en torno al cierre nuclear no se mueve un ápice. Este miércoles, en la sesión de control, el diputado Guillermo Mariscal le recordó a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen el voto mayoritario del Congreso a la Proposición No de Ley que pedía la semana pasada mantener el parque nuclear, y que salió adelante con los votos de PP, Vox y UPN y la abstención de los socios catalanes del Gobierno, Junts y ERC. Entre los argumentos del popular estuvieron, entre otras cosas, el "encarecimiento de la factura eléctrica" y el aumento de emisiones que supondrá tener que recurrir más al gas.
Aagesen contestó echando balones fuera, alegando que "no se puede cumplir" el mandato del Congreso "porque el sector está liberalizado y son las empresas las que solicitan o no el cierre". El popular le recordó que es el Gobierno quien diseña la política energética española, una "responsabilidad exclusiva e indelegable" de su Ministerio.


