
Este mismo viernes, cuatro días después del gran apagón que afectó el pasado lunes a toda la Península, la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, se reúne en la sede del Ministerio con la ministra de Medio Ambiente y Energía portuguesa, María da Graça Carvalho, y con el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear, Juan Carlos Lentijo, con el fin de aclarar lo sucedido.
De esta forma, la ministra sustituta de Teresa Ribera continúa su agenda de reuniones en el marco del comité de análisis del apagón del día 28 de abril, después de que haberse reunido con la presidenta de la CNMC y tener programado un nuevo encuentro de este comité el próximo sábado en la sede de Red Eléctrica (Redeia).
Portugal no se fía
Sin embargo, lo más llamativo de esta reunión no es tanto la conclusión a la que puedan llegar, sino la tensión que pueda existir entre la ministra española, desaparecida durante horas durante y después del apagón, y la representante del Ejecutivo luso. Y es que, como publicamos en Libre Mercado, desde el primer momento el Gobierno portugués se mostró en alerta con respecto a los problemas del sistema eléctrico español, llegando a interrumpir "por precaución" el intercambio comercial con nuestro país.
Es normal que desde Portugal vean con cierta incredulidad todo lo que se anuncia por parte del Gobierno de Sánchez con respecto al apagón, puesto que desde el primer momento se ha intentado señalar a distintos agentes con el único fin de eludir la propia responsabilidad. Así, el principal objetivo del Ejecutivo ha sido culpar a las nucleares y "los operadores nucleares", no descartando tampoco la hipótesis del ciberataque que, no obstante, la propia Red Eléctrica ha negado.
Tal es el nivel de desconfianza que, como recoge la Agencia EFE, el primer ministro portugués, Luis Montenegro, anunció el pasado martes que su Gabinete creará una comisión independiente para investigar las causas del apagón y solicitará una comisión independiente de la UE para llevar a cabo una auditoría sobre lo sucedido. De hecho, llegó a enfatizar que "la recuperación ha sido más rápida incluso en Portugal que en España", añadiendo que se necesitan "respuestas lo antes posible".
Por su parte, la Comisión Europea también quiere conocer la verdad de lo sucedido. Por ello, elaborará un informe independiente sobre las causas del apagón en el que se incluirá una primera versión técnica que estará terminada en un plazo de seis meses. Además, llevará a cabo otro estudio que podría estar finalizado en septiembre de 2026 y en el cual se incluirá un serie de recomendaciones.

