
Se espera una cosecha "récord" de cereales en España gracias a dos elementos clave: una primavera "correctamente" lluviosa y temperaturas suaves. Según un estudio publicado por la organización agraria COAG, se superarán "con creces" los ocho millones de toneladas recolectadas. Sin embargo, los agricultores cerealistas no están muy contentos porque la cotización en las lonjas sigue a la baja y los precios ya están "al límite la rentabilidad de las explotaciones", según denuncia Asaja.
El estudio de COAG, a partir de datos y de aforos en un número "significativo" de explotaciones, estima por tanto una producción de entre 8,1 y 8,5 millones de toneladas, con una superficie sembrada de 1,7 millones de hectáreas y con un rendimiento medio de entre 4,7 y 5 toneladas por hectárea. "El dato es el mejor de los últimos diez años", ha señalado la organización.
La clave de este boom productivo se debe al clima, explica COAG. "A pesar de la sensación generalizada, no ha llovido mucho más de la media, pero sí ha llovido bien. Las lluvias han estado muy repartidas y han caído en los momentos de mayor necesidad", señala el comunicado que subraya que esta situación ha sido clave para el "excelente dato de los rendimientos previsibles, que este año serán un 22% superiores a los de 2024 y casi 2,5 veces mayores que los de 2023".
"Y no solo los cereales de invierno, también los cultivos de leguminosas y de colza presentan unas inmejorables perspectivas de producción. Además, prácticamente no se ha tenido que hacer uso del riego, con el considerable ahorro de coste y de trabajo en las explotaciones. Paralelamente, las reservas de agua embalsada se encuentran en niveles óptimos para estas fechas del año, alcanzando el 90% de su capacidad", abunda el estudio.
Agricultores preocupados
COAG alerta que el "reverso de estas buenas noticias" serán los precios. Es una simple cuestión de oferta. Ante la expectativa que están generando las "previsibles buenas cosechas" en todo el mundo (con excepciones en Asia) los precios del cereal "se han sumido en una tendencia bajista cuyo fondo es imprevisible". A fecha del 16 de mayo, la tonelada de cebada se paga a 180 euros en la lonja de Valladolid, a 194 euros la tonelada de trigo y a 160 euros la tonelada de centeno.
Para Asaja, "esta evolución refleja una caída persistente desde principios de año que está arrastrando al límite la rentabilidad de las explotaciones. La situación es asfixiante. Los agricultores llevan meses afrontando costes de producción disparados, con precios récord en fertilizantes, fitosanitarios, carburantes, repuestos y maquinaria, mientras el precio de venta de sus productos sigue desplomándose", añade la organización.
Y, tal y como alerta COAG, habrá más problemas en julio y agosto, en el punto "culminante de la recolección" porque los compradores tendrán el "problema" de gestionar la adquisición de cantidades no habituales, e incluso necesitarán espacios suplementarios para almacenar toda la cantidad superior de grano producido. En esos momentos, es habitual que los precios vuelvan a caer en torno a otro 10%.
COAG calcula que, con ese escenario de precios, los cerealistas de Castilla y León dejarán de percibir alrededor de "890 millones de euros" en tanto que el precio a partir del que se puede hablar de rentabilidad del cultivo sería de "300 euros la tonelada". "Como puede verse, esa cantidad está muy alejada de la realidad que configuran los citados precios de derribo", zanja el comunicado.


