
El Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid) ha activado un censo obligatorio de ADN canino para sancionar a los dueños que no recojan los excrementos de sus perros en la vía pública. Todos los propietarios están obligados a registrar el perfil genético de sus mascotas, una medida de control genético que los policías locales se encargan de recordar en parques y jardines de la localidad madrileña.
El consistorio gobernado por el popular Jesús Moreno sostiene que esta herramienta permitirá acabar con uno de los principales focos de incivismo en el municipio: las heces caninas abandonadas en calles, parques y aceras. La lógica es simple: si un agente municipal encuentra un excremento sin recoger, se enviará una muestra al laboratorio y se cotejará con la base de datos genética. Si hay coincidencia, el dueño será multado.
El proceso para censar a los perros es obligatorio, indoloro y tiene un coste de 40 euros que deberá abonar cada propietario. La toma de muestras se realiza en once clínicas veterinarias autorizadas por el Ayuntamiento. Tras el análisis, se entrega una chapa identificativa con código QR que contiene los datos esenciales del animal y su dueño.
Según explicó el concejal de Salud y Bienestar, Mario Arancón, la iniciativa también servirá para combatir el abandono y maltrato animal, ya que permitirá localizar rápidamente a los propietarios de cualquier perro, esté donde esté. Incluso, se podría llegar a localizar al progenitor de cachorros abandonados o sin registrar.
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— Alfredo Perdiguero M. 🇪🇸 (@PerdigueroASP) May 28, 2025
No sabemos quiénes entran a España... pero si sabemos ya dónde cago el perro del vecino!!
No tenemos de que quejarnos..🇪🇸☕ pic.twitter.com/Vxgtihl3i8
Sin embargo, no todos los vecinos han recibido con entusiasmo esta medida. Algunos denuncian el carácter coercitivo de la norma, el coste obligatorio de 40 euros y la sensación de "estado policial canino". Otros denuncian la deriva intervencionista del consistorio: "Esto ya no es limpiar las calles, es controlar a las personas a través de los animales", lamenta un vecino en redes sociales.
Tres Cantos se suma así a la lista de aproximadamente 80 ayuntamientos de toda España que ya cuentan con este sistema para pillar y multar a los propietarios de perros que no recogen los excrementos de sus animales en la vía pública. Y ojo porque este sistema de control genético puede ser muy lucrativo para los ayuntamientos.
Cada análisis de heces cuesta algo menos de 40 euros, sin contar la remuneración de los agentes de Policía y de los técnicos municipales. Y las multas por no recoger los excrementos de los perros superan los 500 euros en el caso de Tres Cantos, aunque depende de cada municipio. Las cuentas son sencillas.


