
Hace unos meses, en febrero, en unas jornadas organizadas por la Fundación Cajasol, se pudo ver un acalorado debate entre el popular Miguel Tellado y el socialista Patxi López. En aquel encuentro, el socialista hacía aspavientos y gritaba "¡Mentira! ¡Mentira!", cuando Tellado recordaba que la subida del PIB de la que tanto presume el Gobierno no se traduce en una mejor situación económica de los ciudadanos, sino que se debe a un crecimiento muy fuerte de la inmigración por un lado y, por otro, a un incremento brutal del gasto público en los últimos ochos años del Gobierno.
Lo cierto es que pese a ese crecimiento del PIB España sigue a la cabeza en paro, precariedad y caída de la renta per cápita. Tanto es así, que según un reciente estudio de FUNCAS, los españoles han retrocedido en estos años de socialismo al poder adquisitivo que tenían en 2008. Es decir, que la inflación y los impuestos se han comido el incremento de salarios de modo que los españoles han retrocedido casi 20 años en renta per cápita.
En cualquier caso, el Gobierno continúa inasequible al desaliento. A los aspavientos de Patxi López frente a Tellado, debemos recordar las constantes alusiones de la vicepresidenta primera del Gobierno María Jesús Montero, o del propio presidente a la economía española como un cohete o una moto. Como ya hizo Zapatero antes del estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, cuando presumió de que España estaba en la "Champions League de la economía europea" y que le envidiaban sus "amigos" como "Sarkozy" o "Berlusconi", Sánchez ahora dice que España es la envidia económica de Europa.
Sin embargo, esto no es más que una ensoñación del Gobierno y este marte el Gobierno se ha llevado un importante jarro de agua fría, un baño de realidad en forma de artículo publicado, además, en una de las cabeceras más prestigiosas Europa, el británico The Telegraph.
En un extenso artículo, en el que el diario británico ha hablado con varios analistas y afectados por el cierre de Almaraz, hace una reflexión letal para el Gobierno de Sánchez y titula su pieza de forma contundente: "La pesadilla socialista española que sirve de advertencia a la Gran Bretaña de Starmer"
Recuerda The Telegraph que "desde apagones hasta desempleo", España es "el ejemplo de lo que realmente sucede cuando se persigue a toda costa una ideología de cero emisiones netas" y cuando esto se impone a la ciencia.
Una fiscalidad desatada
Pero los riesgos que representa el Gobierno español trascienden la barrabasada energética que ha cometido el sanchismo persiguiendo que las renovables se impongan en el mix energético por encima de lo que los técnicos y los científicos consideran prudente y que ha terminado por provocar el peor apagón de la historia del país, sino que el deterioro de nuestros servicios pasa por trenes inoperantes y apagones también en el sistema de comunicaciones con la caída de la red móvil.
No sólo eso, The Telegraph también enfatiza los problemas que tiene España desde el punto de vista fiscal y se hace eco de la macrocausa que ha abierto el despacho británico y americano Amsterdam and Partners contra los abusos de la Hacineda pública española.
En este sentido, también recuerda que el Gobierno español ha propuesto grabar a los inversores extracomunitarios que quieran comprar una vivienda en España con un impuesto del 100% del precio a pagar, lo que va a suponer de facto una invitación a no invertir en España.
"Un gobierno rabiosamente izquierdista"
"Para los políticos reformistas y conservadores de Gran Bretaña, España es un ejemplo de lo que puede salir mal cuando un gobierno rabiosamente izquierdista utiliza la apisonadora del Estado para imponer su voluntad a un país", dice el periódico.
Mientras desde el punto de vista energético el periódico británico se hace eco de lo que señalan algunos expertos que acusan al Gobierno español de imponer la ideología a la ciencia y recuerda que el control de la Red Eléctrica Española es del Gobierno, quien puso al frente a Beatriz Corredor:
Una política socialista sin experiencia en la materia", el periódico recuerda que "si el plan era presentar a España como pionera (en usar cada vez más renovable en el mix energético), tuvo el efecto contrario. Mientras 49 millones de sus compatriotas se quedaron a oscuras durante horas en el peor apagón de su historia, la España de Sánchez se presentó como un ejemplo no de proezas sostenibles, sino de lo que realmente sucede cuando se persigue a toda costa la ideología del cero energértico.
Paralelismos con Gran Bretaña
The Telegraph advierte de que "Históricamente, España no ha sido un ejemplo natural para Gran Bretaña. Nuestra sensibilidad cultural y nuestro clima son completamente distintos a los de la península Ibérica; nuestras economías y proyección internacional no son comparables (el PIB de España es de 1,8 billones de dólares frente a los 3,8 billones de dólares de los nuestros). Y, sin embargo, a medida que avanzamos por el camino trazado por la visión de Miliband, Reeves y Rayner para Gran Bretaña, el Estado izquierdista de Sánchez nunca nos ha resultado tan familiar."
La publicación añade: "Si España es el canario en la mina de carbón (o el gorrión en el parque solar) en materia energética, basta con observar su enfoque fiscal, los crecientes problemas migratorios, las tasas de desempleo y la deficiente red ferroviaria para ver que hay muchas otras zonas que se resisten tras ocho años bajo el dominio socialista, y hay lecciones que aprender aquí en Gran Bretaña".
¡No compren casa en España!
En cuanto al rigor fiscal que propone el Gobierno, los británicos recuerdan que ellos representan el 15% del mercado inmobiliario español:
¡Pobre de quien tenga el éxito suficiente para tener una casa de vacaciones, ya sea en Sotogrande o Somerset! El gobierno español está decidido a gravar con un impuesto del 100% a los ciudadanos extracomunitarios al comprar viviendas vacacionales para intentar frenar la crisis inmobiliaria. Los extranjeros representan el 15% del mercado inmobiliario español, y los británicos poseen la mayor proporción. Se podría suponer que esto representa también el 15% del mercado inmobiliario, contribuyendo a los salarios de los constructores, a las economías locales y a los ingresos del turismo del país.
Incluso para quienes residen en el país de forma permanente, España se ha convertido en una "trampa fiscal" , como lo describe un bufete internacional de abogados. Los expatriados están siendo "estafados" por las autoridades españolas, afirma Amsterdam & Associates LLP, que lanzó la campaña "Carteristas Fiscales Españoles", destacando las "reclamaciones fiscales punitivas" de las que son víctimas los extranjeros que se mudan allí.
"Es un malentendido fundamental de la economía", concluye, "si se grava algo, simplemente se obtiene la recaudación. Bueno, en realidad, lo que podría pasar es que la gente venda todo".
En definitiva, el artículo advierte de que lo que está sucediendo en España debería "servirnos de advertencia (…) envía una señal muy clara de que el país no está abierto a los negocios de que no celebramos el crecimiento ni fomentamos la prosperidad y la creación de riqueza".


