
La ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, Marta Elena Feitó, ha renunciado este martes a su cargo tras sus polémicas palabras sobre la pobreza en el Parlamento de Cuba. Feitó afirmó que en el país no existen "mendigos", sino que estas personas "están disfrazadas" como tales. La decisión del abandono se produjo un día después de estas polémicas declaraciones.
En otra afirmación igualmente polémica, Feitó negó la existencia de personas buscando comida en los basureros y calificó a quienes lo hacen como "ilegales del trabajo por cuenta propia" que "violan el fisco".
Las declaraciones de Feitó, realizadas durante una comisión de la Asamblea Nacional, no fueron refutadas por ninguno de los diputados que estaban allí presentes –todos miembros del Partido Comunista de Cuba (PCC) o sus organizaciones afines–, pero provocaron una cascada de reacciones en la sociedad civil.
"Cuando usted les mira las manos, la ropa que llevan esas personas, están disfrazadas de mendigos. No son mendigos", afirmó la ministra, quien también sugirió que las personas que piden dinero en las calles lo utilizan para comprar alcohol y recomendó no darles limosna para no "deformarlos".
Un país arruinado
Las palabras, consideradas ampliamente como insensibles y totalmente desconectadas de la realidad cubana actual, han desatado una tormenta en la esfera pública. La renuncia de la ministra se produce en un contexto especialmente delicado para el gobierno cubano. A la escasez de alimentos, medicinas y al colapso del sistema eléctrico con apagones diarios, se suma un evidente deterioro del sistema de protección social. Hoy, el salario mínimo ronda los 2.400 pesos (menos de 5 euros al cambio informal), mientras que la canasta básica supera los 12.000 pesos.
A pesar de ello, la palabra "pobreza" sigue ausente del discurso oficial. Las autoridades emplean eufemismos como "conducta deambulante" para referirse a personas sin hogar o sin sustento económico.
La renuncia de Feitó
Feitó estuvo al frente del Ministerio de Trabajo desde 2019 y era miembro del Comité Central del Partido Comunista. Su salida marca uno de los episodios más tensos en la gestión social del régimen de Díaz-Canel desde las protestas del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos salieron a las calles exigiendo libertad y mejores condiciones de vida.
La controversia en torno a Feitó ha encendido una nueva señal de alerta para en la dictadura cubana, que intenta contener el malestar social en un país donde la protesta en la calle está estrictamente restringida.


