
Los datos del mercado laboral del mes de julio son muy malos, que muestran el agotamiento del mercado de trabajo, sostenido por el empleo público y por el reparto del empleo, a base de ingente gasto público que mantiene, con dicha anestesia, a la economía y al empleo en el corto plazo, con severo deterioro en el medio y largo plazo. Los datos son los siguientes.
Ni siquiera la estacionalidad salva el dato de paro registrado en el mes de julio, que desciende sólo en 1.357 personas en términos intermensuales. Es el segundo peor dato mensual de un mes de julio de los últimos catorce ejercicios. La bajada intermensual es sólo el 12,5% de lo bajó en julio de 2024.
Es más, baja gracias a la disminución en el grupo "sin empleo anterior", porque sube en tres de los cuatro sectores, especialmente en los dos con más peso (servicios e industria). De hecho, pese a ser un mal dato, si desestacionalizamos se queda plano, con un descenso de 188 parados. En términos interanuales baja en 145.631 personas, que es el cuarto peor mes de julio interanual de los últimos doce ejercicios.
Si ya se notaba en los últimos meses una cierta desaceleración en el mercado laboral, en este mes de julio dicha desaceleración es ya muy intensa, pese a la temporada de verano, favorable al mismo. Andalucía lidera la bajada de paro intermensual (-8.035 parados). Sin la bajada de paro en Andalucía, el desempleo habría aumentado en el mes de julio. También lidera Andalucía el descenso interanual de paro (-47.428 parados), seguida de Valencia (-18.251) y de Madrid (-12.788). Del mismo modo, el dato intermensual de afiliación a la Seguridad Social sube en 4.408 afiliados, el tercer peor julio intermensual de los últimos veinticuatro ejercicios.
El aumento de afiliación es impulsado intermensualmente por Galicia, con 10.835 afiliados más, sin quien el dato nacional habría descendido. Por su parte, el dato interanual es el tercero peor de los últimos doce años en un mes de julio.
Madrid lidera el dato interanual de afiliación, con 95.050 afiliados nuevos. Además, de esos afiliados interanuales creados, 67.804 son nuevos empleos públicos, no creados por la actividad económica productiva del mercado. Además, el último día de mes se perdieron 185.277 afiliados. Por otro lado, el dato intermensual de afiliación de autónomos es el cuarto peor de un mes de julio de los últimos dieciséis ejercicios, con 7.286 autónomos menos.
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 10,4%, casi el doble que la UE, y, tras Estonia, la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 24%, con datos de junio, últimos publicados por Eurostat. Además, más de la mitad (un 61,93%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos. Por otra parte, los contratos indefinidos caen en el acumulado hasta julio un 1,49% interanual. Desde febrero de 2020 hay 32.365 empresas menos.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente en agricultura (-614), y sube en el resto de sectores: construcción (+138), industria (+416) y servicios (+2.018). La disminución en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 3.315 parados, es lo que hace que el paro descienda mínimamente en julio. Baja el desempleo femenino, en 901 personas y el masculino baja en 456 personas.
El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) desciende en 2.561 personas, pero sigue liderando, tristemente, tras Estonia la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 24%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan y el primero con más porcentaje de población infantil en riesgo de pobreza. Del mismo modo, sigue habiendo 14.368 trabajadores en ERTE. Con todo el dato final de paro registrado se sitúa en los 2.404.696 parados, mientras que el dato final de afiliación a la Seguridad Social es de 21.865.503.
Por tanto, es claramente un mal dato del mercado laboral, que ni siquiera el espejismo de la estacionalidad logra disimular. En lugar de festejar datos que constituyen un espejismo, y de querer aprobar reducciones de jornada que sólo puede provocar el cierre de empresas por no soportar el aumento de costes, y de subir impuestos a los ciudadanos de manera confiscatoria, el Gobierno haría bien en flexibilizar el mercado laboral para que se incrementase el empleo de verdad, que no fuese un mero reparto, que es lo que sucede en la actualidad.
Sería fantástico que el empleo aumentase sólidamente, pero en gran parte se debe a la estacionalidad, con un empleo que se reparte en lugar de crearse con fuerza, y con muchos elementos de riesgo en el horizonte, como el quebranto que puede ocasionar la reducción de jornada en el mercado laboral, al aumentar el coste de las empresas.
