
Después de cinco años de descensos casi continuos, la patata marroquí vuelve a ganar terreno en el mercado internacional. El levantamiento de las restricciones en África Occidental ha sido clave en esta recuperación: entre julio de 2024 y mayo de 2025 se exportaron 42.900 toneladas, según cifras de EastFruit. En términos de valor, estas ventas alcanzaron 14,9 millones de dólares. El volumen equivale a 5,7 veces más que toda la campaña 2023/24 y se sitúa además un 50% por encima de la temporada 2022/23.
Aun así, el rendimiento actual queda lejos del récord histórico de 2018/19, cuando se rozaron las 100.000 toneladas. Desde aquel máximo, Marruecos pasó de ocupar el puesto 28 entre los exportadores mundiales en 2019 al 67 en 2023, reflejo del desplome que atravesó el sector.
La mejora se debe en gran medida al fin de la prohibición de exportar a África Occidental -vigente desde marzo de 2023- , que fue sustituida en febrero de 2024 por un sistema de cuotas. Gracias a ello, los envíos a Mauritania y Mali han vuelto con fuerza y ya suponen cerca de la mitad del total exportado.
En el mercado europeo, España sigue siendo un comprador relevante, mientras que Francia, Portugal, Costa de Marfil y Senegal han incrementado sus compras. Por el contrario, los envíos a Países Bajos, Burkina Faso y Níger han caído.
El comercio continúa mostrando una fuerte estacionalidad, con un primer pico de ventas entre julio y septiembre y un segundo entre febrero y abril. La misma fuente destaca que el repunte no solo afecta a la patata: también las mandarinas marroquíes experimentaron una recuperación en el mismo periodo.
Por otro lado, en España, según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las exportaciones nacionales de patata entre enero y septiembre de 2024 alcanzaron 298.594 toneladas. En cuanto a las importaciones del 2024, España importó 548.000 toneladas.

