
El Comité de Empresa de la central nuclear de Almaraz ha enviado una carta a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, pidiendo abordar el futuro de la central "con la seriedad que merece". Tras un verano de parálisis, sin que el gobierno haya hecho un gesto que apunte a cambios en el calendario de cierre, los empleados insisten en la "profunda preocupación" con que están viviendo estos momentos.
En la carta a la ministra, que en cada declaración pública ha insistido en que el calendario sigue en pie y que no se tomarán decisiones que impliquen una carga económica para los ciudadanos, en posible alusión a la petición de las empresas de una bajada de impuestos, los empleados recalcan que el tiempo se acaba: revelan que el cierre "podría ser irreversible para el próximo mes de marzo de 2026 fecha límite fijada para la toma de decisión definitiva por parte de las empresas propietarias de la central". Aunque en primavera se apuntó a la posibilidad de un movimiento inminente de las energéticas solicitando una prórroga hasta 2030, por el momento no hay petición formal sino una carta de Iberdrola y Endesa abogando por la prórroga que recibió un no del Ministerio.
Los trabajadores, que el pasado mes de julio anunciaron movilizaciones contra el cierre, recalcan el "grave impacto" que supondría el cierre tanto para ellos como para vecinos y familias: "La falta de alternativas económicas hace que, una vez más, la única salida para muchos sea emigrar fuera de Extremadura". Recuerdan que la central "constituye la principal fuente de empleo estable y de calidad" de la comarca y enfatizan que cuenta con trabajadores "con décadas de experiencia y de jóvenes en formación continua" que garantizan el relevo generacional. "No podemos permitirnos perder tanto talento, tantas horas de formación y esfuerzo acumulado", apuntan.
En su misiva a Aagesen, subrayan además que la central "técnicamente" es "una industria extremeña que es referente mundial dentro de su sector por su seguridad y buenas prácticas, con una inversión anual media de 50 millones en su actualización y modernización" que le permite "estar en las mejores condiciones para seguir operando en un horizonte mucho más amplio" (sus centrales "gemelas" en EEUU seguirán operando hasta los 60 años).
"Los trabajadores merecemos ser escuchados por nuestras autoridades antes de que la situación se torne irreversible", concluyen reclamando un encuentro con "un representante del Ministerio" insistiendo en las consecuencias "devastadoras" del cierre, que si nada cambia llega en noviembre de 2027 y octubre de 2028.

