
El Ayuntamiento de Alcoy empieza a probar su propia moneda digital. Tal y como presumía esta semana el propio consistorio en un comunicado, con su puesta en marcha, este municipio de más de 61.000 habitantes "se convierte en el primer banco de pruebas de AL-COIN, la moneda digital municipal que ya ha sido validada por 300 usuarios y 48 comercios".
La euforia del ayuntamiento que dirige el socialista Antonio Francés Pérez con el proyecto es total. "Esta iniciativa ha consolidado a Alcoy como caso pionero en España, demostrando que las administraciones locales pueden implementar instrumentos digitales de pago cumpliendo la normativa financiera europea. Los resultados de esta iniciativa, que marca un precedente nacional, pueden también seguirse en tiempo real a través del Panel de monitorización" señalan. En el enlace puede verse que ya se han subvencionado compras por valor de 20.000 euros.
La idea de Alcoy se cimenta sobre los controvertidos "bonos" municipales con los que políticos de todos los colores subvencionan la demanda con la excusa del fomento del comercio local y con cargo al presupuesto público. Ya sea con descuentos para las compras o con el 100% de su valor, desde hace años, circulan por toda España este tipo de subvenciones.
Moneda "no reembolsable" que "caduca"
En el caso de Alcoy, esta moneda digital se enmarca en la campaña del Bono Digital Jóvenes Mercado, una subvención de hasta 100 euros "en colaboración con la Cámara de Comercio de Alcoy y la Generalitat Valenciana" con el objetivo de que jóvenes de entre 18 y 30 años consuman en determinados establecimientos de la zona. Además, hay más requisitos: los beneficiarios del bono solo podrán pagar de forma electrónica, introduciendo sus datos personales y el dinero tendrá valor solo hasta el 30 de septiembre.
Se trata de una "moneda digital no reembolsable, sin transferencias entre usuarios, con caducidad programada y de uso exclusivo en mercados municipales" explica el consistorio valenciano.
Así, aunque este proyecto difiere sobremanera de las CBDC, que son las monedas digitales emitidas y respaldadas por los bancos centrales, llama la atención que algunas de las anteriores características resulten ser las más temidas por los detractores de las monedas digitales que los estados ya están preparando de forma oficial.
El euro digital, en marcha
En el caso de Europa, si el euro digital podría tener fecha de caducidad, si podría perder su valor o si podrían limitarlo a la compra de determinados productos en el futuro, son preguntas recurrentes por los escépticos con este medio de pago. Hace unos meses, la asociación en defensa del efectivo Denaria celebró una jornada en el Congreso de los Diputados para reivindicar el uso del dinero en efectivo como medio de pago donde sus ponentes también mostraron su recelo con el euro digital. "Es un Gran Hermano para controlarnos. Es criminal" dijo uno de ellos.
En Alcoy explican que se han acogido "a la exención de red limitada de la PSD2, lo que permite su implantación en un ámbito acotado sin someterse a los regímenes prudenciales y de salvaguarda propios de los servicios de pago plenamente regulados; por ello, no procede afirmar el cumplimiento íntegro de PSD2, EMD2 ni del Reglamento MiCA, cuya aplicabilidad resulta, en principio, no exigible dada su naturaleza de instrumento de pago municipal". Eso sí, para ello, se han asesorado con Legalcripto, expertos en "las implicaciones jurípicas de la tecnología Blockchain", "los mercados de criptoactivos" y preparados para el encaje de un futuro euro digital", rezan en su web.
Y es que, el BCE ha acelerado en 2025 la puesta en marcha de la moneda digital que comenzó a dar forma en 2021. El pasado mes de julio, el organismo de Lagarde presentó el tercer informe de progreso sobre la "fase de preparación" en la que están inmersos.
Tal y como señalaba Funcas hace unos días, como novedad, el BCE refuerza "el enfoque inclusivo y centrado en el usuario" del euro digital. Además, "se consolida la funcionalidad offline, pago sin conexión, como requisito técnico esencial", así como el "desarrollo del Rulebook Scheme, el conjunto de normas operativas del euro digital". Tanto el Banco de España, como el Gobierno de Sánchez están a favor de esta iniciativa.



