
La crisis de la vivienda es resultado de un exceso de regulación sobre un mercado que, de otra forma, podría atender a las necesidades de la ciudadanía. Concretamente, el control del Estado sobre el suelo impide que se construya más vivienda de una forma más rápida allí donde se requiere. A ello se le suma, además, que el Gobierno de Sánchez ha desprotegido a los propietarios al proteger, en cambio, a los okupas e inquiokupas. Sin embargo, para la izquierda el problema radica en la especulación, por ello proponen fórmulas como compartir vivienda. En estos términos se ha expresado, precisamente, el economista en entrevista en La Vanguardia en la que señala que no tiene sentido tener inmuebles en propiedad.
No es la primera vez que desde la izquierda se romantiza la pobreza llamando a compartir nuestras viviendas. Como publicamos en Libre Mercado, recientemente el periodista Bob Pop aseguraba en el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER que existen muchas ventajas de que muchas personas, ante la crisis de la vivienda, tengan que compartir piso con desconocidos. De esta forma, el periodista defendía que compartir las viviendas sería una buena forma de acabar con la especulación inmobiliaria.
¿Compartir es vivir?
En la entrevista concedida al diario La Vanguardia, el economista Teodor de Mas, principalmente publicitó su último libro, dedicado a las formas en que los ciudadanos pueden gastar e invertir mejor su dinero con el fin de incrementar su bienestar. Según explicó en la entrevista, no tiene sentido ahorrar sin ningún objetivo, puesto que el dinero está para gastarlo y, de este modo, mejorar nuestra situación personal.
En este sentido, el economista quiso defender que compartir la vivienda es una forma de gestionar mejor nuestro dinero que, además, puede resultar muy interesante en un sentido vital. "Yo la verdad es que no tengo claro que vivir en pareja con una hipoteca y con una parejita de hijos sea una mejor vida, que vivir en un piso compartido con italianos y argentinos", aseguraba en la entrevista con el fin de poner en tela de juicio el modelo de vida tradicional. "Puede ser mucho más divertido vivir en un piso compartido de Gracia que no vivir en una barriada como Sant Cugat con la barbacoa y los niños", añadía.
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— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 2, 2025
De hecho, el economista quería mostrar su coherencia afirmando que él mismo disfrutaría de esta experiencia. "Si algún día me quedara soltero de nuevo, me quedase viudo, tuviera que volver a empezar, yo me iría un piso compartido aunque tenga 50 o 60; yo me iría un piso compartido con gente de 40 porque me reiría mucho más", aseguraba, añadiendo que "lo de compartir no está tan mal".
Así, el economista se preguntaba "para qué queremos todos tener una propiedad" y defendía que es "mejor compartir". No obstante, resulta curioso que si cree que el compartir vivienda es tan positivo, a la hora de tratar su caso personal, ponga un caso hipotético en lugar de comenzar a practicar la vida que dice desear. A este respecto, asegura que "como estudiante compartíamos habitaciones y cuando nos independizamos con mi mujer alquilamos un piso más grande de lo que nos hacía falta y lo compartíamos con terceros".

