
Los datos de empleo de la EPA del IIITR-2025 son mucho peores de lo que parecen una vez que se aparta el espejismo estacional que los envuelve. Los datos son los siguientes:
Los ocupados aumentan en 118.400 personas en el trimestre, pero si se desestacionaliza ese crecimiento sólo es de un 0,40%. De hecho, el aumento trimestral de ocupados es casi un 15% menor que el del mismo trimestre del año anterior. Es el segundo peor IIITR de ocupación de los últimos doce años.
En términos interanuales el incremento ha sido de 564.100 personas.
El empleo privado aumenta en 107.600 personas, fruto de la estacionalidad, mientras que el empleo público, pese a venir de niveles muy elevados, sigue aumentando y lo hace en 10.800 personas y sigue en el entorno de los 3,6 millones de empleados públicos, que con los planes del Gobierno de eliminar las tasas de reposición seguirá incrementándose, alterando de manera artificial la evolución del mercado laboral e introduciendo más presión sobre el gasto público.
El empleo masculino sube en 107.100 personas y el femenino en 11.300 personas en términos intertrimestrales.
Sube en casi todos los sectores, pero con gran componente estacional, especialmente en el sector terciario: así, en servicios lo hace en 39.100 personas, ligado a actividades turísticas directas e indirectas, que, aun así, pierde mucha fuerza respecto a lo que se incrementaba el IIITR del año anterior, que superaba entonces los 100.000 empleos nuevos; industria (64.100); construcción (32.600); y baja en agricultura (-17.400).
No mejora la calidad del empleo, pues el número de contratos indefinidos aumenta en 74.800 personas – pese al artificio obligado de la nueva normativa laboral sobre los fijos-discontinuos – y el temporal sube más, en 54.400 personas. Se pierden 10.500 autónomos, que muestran la dificultad por la que atraviesa un grupo laboral clave para la economía.
Andalucía y Valencia lideran la creación de empleo intertrimestral e interanual.
El paro subió en 60.100 personas en términos intertrimestrales. Es la tercera peor evolución de un IIITR de los últimos trece años.
En términos interanuales, es el quinto peor de los últimos doce años, al bajar sólo en 140.900 parados, pese a la estacionalidad del verano.
Baja el paro en 22.600 hombres y sube en 82.700 mujeres en términos trimestrales. La tasa de paro aumenta diecisiete centésimas, hasta el 10,45% de la población activa. Sube en servicios (lo hace en 75.700 personas); y agricultura (+10.800); y baja en industria (-16.600); y construcción (-10.300).
La población activa crece en 178.500 personas en el trimestre. En términos interanuales crece en 423.100 personas. Así, la tasa de actividad sube veintisiete centésimas y se queda en el 59,3% de la población en edad de trabajar. Por tanto:
- Siempre es una buena noticia que suba el empleo, pero lo hace estacionalmente, con uno de los peores registros de la última década, además de que sube el paro, especialmente el femenino.
- Son registros muy débiles para la época del año que mide, tan favorable siempre para el empleo.
- La calidad del empleo no es buena, pese al artificio de los fijos-discontinuos.
- Urge realizar reformas que agilicen el mercado de trabajo y permitan una verdadera creación de empleo, más allá de los datos estacionales, en lugar de poner trabas y asfixiar con impuestos a los ciudadanos, especialmente a los autónomos (que han disminuido en 10.500 en el trimestre).
