
En sus Perspectivas Energéticas Mundiales 2025, la Agencia Internacional de la Energía dedica un apéndice al apagón español del pasado 29 de abril. Se refiere a él citando el relato de los hechos del informe europeo de los gestores de redes ENTSO-E que no señaló culpables aunque sí aludió a la desconexión masiva de renovables, al papel de la generación en el control de tensión y también a la baja programación de energía síncrona en la zona donde arrancó el suceso.
La AIEA se alinea con Red Eléctrica al señalar que hubo desconexiones indebidas y un insuficiente control de las tensiones por parte de las plantas que debían hacerlo, pero también aprovecha el suceso para destacar la imprescindible adaptación de los sistemas eléctricos ante su paulatina "transformación".
Según la agencia, hay cuatro "pilares fundamentales" que son indispensables en toda red eléctrica "moderna": por un lado, cita "una infraestructura de red sólida", con potentes interconexiones que garanticen la seguridad del sistema. Por otro, pide un sistema "flexible", que equilibre oferta y demanda, que permita que la demanda responda ante imprevistos, que incluya almacenamiento y que continúe manteniendo "energía despachable", es decir, energía cuya entrada y salida en la red pueda regular el operador en función de sus necesidades como son el gas, la nuclear o la hidroeléctrica pero no la eólica y fotovoltaica.
Como tercer punto, la AIE cita la necesidad de soluciones técnicas para controlar las oscilaciones de tensión, entre los que cita los compensadores síncronos. Por último, reclama una actualización de los "marcos operativos" en función de la transformación de los sistemas eléctricos, para responder "a los nuevos retos y tecnologías", citando los códigos de red, los requisitos de reserva, los mecanismos de equilibrio y las estructuras de regulación.

