
La socialista Irene Lozano está en el punto de mira del Tribunal de Cuentas por su gestión al frente de la Casa Árabe, institución que dejó de presidir en febrero de este año. Así lo pone de manifiesto un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas en el que se demuestra que en los años 2023 y 2024 esta entidad ha registrado importantes pérdidas y se encuentra en una situación financiera muy grave. Este documento subraya, además, "la necesidad de reforzar la gobernanza, la planificación y la sostenibilidad financiera de este instrumento de diplomacia pública", y destaca, además, que se "detectan deficiencias e irregularidades en la cobertura de puestos".
Cuentas quebradas
El Pleno del Tribunal de Cuentas ha aprobado recientemente el Informe de fiscalización del Consorcio Casa Árabe correspondiente a los ejercicios 2023 y 2024, donde se examina su gestión económico-financiera, su organización interna y el desarrollo de sus actividades como instrumento de diplomacia pública del Estado en el marco de la Red de Casas. Al respecto, el informe concluye que esta institución "carece formalmente de un sistema completo y estructurado de control interno", lo que afecta a su gestión económico-financiera, la contratación, la organización del personal y la seguridad de la información.
Así las cosas, el Tribunal de Cuentas demuestra que en este período se registraron recurrentemente resultados negativos de casi un millón de euros anuales, con gastos de gestión ordinaria de 3,2 millones de euros en 2023 y 3,3 millones de euros en 2024, compensados con el remanente de tesorería. En consecuencia, el Tribunal de Cuentas sostiene en su informe que "la entidad se encuentra en una situación financiera crítica que afecta a su viabilidad", sobre todo si se llevan a cabo las reformas necesarias para la conservación del inmueble de la sede de Madrid.
La fiscalización identifica asimismo debilidades en materia de personal al carecer de un instrumento formal que establezca una relación de puestos de trabajo y procedimientos para la provisión de vacantes y selección del personal "siendo ello fuente de numerosas deficiencias e irregularidades en la cobertura de puestos". Además, en relación con las actividades desarrolladas, el Tribunal señala que la falta de indicadores impide medir adecuadamente su eficacia e impacto y que "se desconoce el grado de consecución de los objetivos pretendidos y su vinculación con los fines del CCA".
El informe indica asimismo que "no se aprecia que haya recibido la correspondiente dirección, asistencia técnica y supervisión del Ministerio para constituir un instrumento eficaz", lo que ha limitado el aprovechamiento de sinergias con otras entidades de la Red de Casas.
Implicación de Irene Lozano
La Casa Árabe es una institución pública, adscrita a la Administración General del Estado, que, según se explica en su página web, "opera como centro estratégico en las relaciones de España con el mundo árabe". De esta forma, este organismo, que cuenta con dos sedes –en Madrid y Córdoba–, supone "un punto de encuentro donde los distintos actores e instituciones, privadas y públicas, del ámbito de la empresa, la educación, el mundo académico, político y cultural, dialogan, interactúan, establecen líneas de cooperación y emprenden proyectos conjuntos".
Esta institución fue fundada en julio de 2006 por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, a modo de consorcio institucional mediante un convenio de colaboración suscrito entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), la Junta de Andalucía, la Comunidad Autónoma de Madrid, el Ayuntamiento de Madrid y el Ayuntamiento de Córdoba.
En cualquier caso, lo más llamativo es que hasta hace unos meses la responsable de la gestión de esta institución era Irene Lozano desde que en noviembre de 2021, fuera elegida por el consejo rector de esta entidad como su nueva directora. Sin embargo, como adelantó Europa Press, en febrero de este año Irene Lozano anunció que dejaba la dirección de la Casa Árabe.
Irene Lozano ha tenido una trayectoria ligada directamente al PSOE y, concretamente, a Pedro Sánchez. Así, tras las elecciones del 4 de mayo de 2021 fue diputada en la Asamblea de Madrid. Previamente había presidido el Consejo Superior de Deportes (CSD) desde enero de 2020. Antes había sido secretaria de Estado de la España Global en el Ministerio de Asuntos Exteriores en el primer mandato de Pedro Sánchez. No obstante, su mayor vinculación al presidente del Gobierno resulta de haber sido la encargada de colaborar con Pedro Sánchez en la redacción de su libro Manual de resistencia, publicado en 2019.


