El espacio se ha convertido en un centro logístico clave para canalizar donaciones de alimentos, ropa, productos de higiene y otros artículos de primera necesidad, que serán enviados a las zonas afectadas por el temporal.
La respuesta solidaria ha sido abrumadora, y los voluntarios han trabajado en turnos para clasificar y empaquetar los productos recibidos, asegurando que cada paquete esté listo para ser distribuido a las familias damnificadas. Entre ellos, hay personas de todas las edades y procedencias, unidas por la causa común de ayudar a quienes han perdido sus hogares y pertenencias.
Organizaciones locales y entidades de ayuda han destacado el papel esencial de estos voluntarios, que en pocos días han logrado movilizar toneladas de productos de primera necesidad. La iniciativa ha mostrado cómo la solidaridad de la ciudadanía sigue siendo un motor fundamental para enfrentar catástrofes y dar apoyo a quienes más lo necesitan.