L D (EFE)
El abarrotado Salón Azul del Ayuntamiento de Estocolmo acogió este viernes por la mañana a cerca de 1.300 invitados que llegaron de todos los rincones del mundo para dar el último adiós a Lindh durante el homenaje que organizaron los socialdemócratas suecos. En un ambiente de consternación, antiguos colegas de Lindh como los titulares de Asuntos Exteriores de España, Ana Palacio, Alemania, Joschka Fischer, y Gran Bretaña, Jack Straw, no pudieron ocultar el dolor por su muerte. En la ceremonia sólo faltó el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, que tuvo que cancelar su viaje a Estocolmo debido al huracán "Isabel" que azota el sudeste de EEUU.
El primer ministro sueco, Goran Persson, abrió los discursos con un elogio a su amiga y compañera de Gobierno y partido, después de que la cantante Eva Dahlgren hiciera una sentida interpretación de "El ángel en el espacio", una de las canciones preferidas de la ministra. En un discurso cargado de emoción, Persson se comprometió a continuar la labor de Lindh en defensa de la paz y la democracia y recordó que era una "apreciada y respetada ministra de Exteriores". Posteriormente, el comisario europeo de Asuntos Exteriores, Chris Patten, destacó las cualidades humanas de una ministra "rubia y sonriente, con una mochila a la espalda llena de papeles oficiales", que siempre levantaba el ánimo cuando llegaba a las reuniones.
La portavoz de las mujeres socialdemócratas, Nalin Pekgul, lamentó que Suecia haya perdido a "una de sus políticas más importantes" y los socialdemócratas a "una futura líder", mientras que el líder de las juventudes del Partido, Ardalan Shekarabi, despidió a Lindh diciendo: "nos hiciste orgullosos de ser Socialdemócratas". La intervención de Pekgul recordó a muchos de los presentes el discurso que pronunció la propia Lindh como presidenta de las Juventudes Socialdemócratas durante el funeral del asesinado primer ministro Olof Palme en 1986.
Los colegas europeos de Lindh estuvieron representados en la ceremonia por el ministro de Asuntos Exteriores griego, George A. Papandreu, quien –en un perfecto sueco– volvió a hacerse públicamente la pregunta que está en la mente de todos desde el momento del asesinato: "¿Por qué sucedió esto?". "No es casualidad que estemos aquí reunidos de todos los rincones del mundo y de Europa, de aquella Europa por la que luchaste. Estamos aquí por ti", afirmó Papandreu, que tras su discurso colocó una rama de olivo junto al retrato de la ministra asesinada como símbolo de sus esfuerzos por la paz.
Finalmente, después de múltiples intervenciones de carácter político, la comisaria europea Margot Wallstroem subió a la tribuna de oradores y habló como una de las mejores amigas de la ministra en un discurso en el que tuvo especialmente presente a su familia. "Habéis prestado una madre inteligente y agradable a todo el mundo" dijo Wallstroem a sus dos hijos, de 12 y 8 años, presentes en el acto, sin poder contener las lágrimas. La ceremonia debía ser una despedida pública y oficial a Lindh después de las innumerables muestras de duelo de la población durante los días posteriores a su muerte el pasado jueves.
Lindh fue apuñalada el pasado miércoles cuando paseaba sin escolta con una amiga por unos grandes almacenes de Estocolmo, en un crimen que recordó al de Palme en 1986, aún sin resolver. La Policía sueca ha detenido a un hombre de 35 años como sospechoso de su asesinato y está pendiente del resultado de pruebas de ADN para inculparlo. La familia de la ministra le dará el último adiós en un acto íntimo que se celebrará este sábado en una iglesia del sur de Estocolmo.
El primer ministro sueco, Goran Persson, abrió los discursos con un elogio a su amiga y compañera de Gobierno y partido, después de que la cantante Eva Dahlgren hiciera una sentida interpretación de "El ángel en el espacio", una de las canciones preferidas de la ministra. En un discurso cargado de emoción, Persson se comprometió a continuar la labor de Lindh en defensa de la paz y la democracia y recordó que era una "apreciada y respetada ministra de Exteriores". Posteriormente, el comisario europeo de Asuntos Exteriores, Chris Patten, destacó las cualidades humanas de una ministra "rubia y sonriente, con una mochila a la espalda llena de papeles oficiales", que siempre levantaba el ánimo cuando llegaba a las reuniones.
La portavoz de las mujeres socialdemócratas, Nalin Pekgul, lamentó que Suecia haya perdido a "una de sus políticas más importantes" y los socialdemócratas a "una futura líder", mientras que el líder de las juventudes del Partido, Ardalan Shekarabi, despidió a Lindh diciendo: "nos hiciste orgullosos de ser Socialdemócratas". La intervención de Pekgul recordó a muchos de los presentes el discurso que pronunció la propia Lindh como presidenta de las Juventudes Socialdemócratas durante el funeral del asesinado primer ministro Olof Palme en 1986.
Los colegas europeos de Lindh estuvieron representados en la ceremonia por el ministro de Asuntos Exteriores griego, George A. Papandreu, quien –en un perfecto sueco– volvió a hacerse públicamente la pregunta que está en la mente de todos desde el momento del asesinato: "¿Por qué sucedió esto?". "No es casualidad que estemos aquí reunidos de todos los rincones del mundo y de Europa, de aquella Europa por la que luchaste. Estamos aquí por ti", afirmó Papandreu, que tras su discurso colocó una rama de olivo junto al retrato de la ministra asesinada como símbolo de sus esfuerzos por la paz.
Finalmente, después de múltiples intervenciones de carácter político, la comisaria europea Margot Wallstroem subió a la tribuna de oradores y habló como una de las mejores amigas de la ministra en un discurso en el que tuvo especialmente presente a su familia. "Habéis prestado una madre inteligente y agradable a todo el mundo" dijo Wallstroem a sus dos hijos, de 12 y 8 años, presentes en el acto, sin poder contener las lágrimas. La ceremonia debía ser una despedida pública y oficial a Lindh después de las innumerables muestras de duelo de la población durante los días posteriores a su muerte el pasado jueves.
Lindh fue apuñalada el pasado miércoles cuando paseaba sin escolta con una amiga por unos grandes almacenes de Estocolmo, en un crimen que recordó al de Palme en 1986, aún sin resolver. La Policía sueca ha detenido a un hombre de 35 años como sospechoso de su asesinato y está pendiente del resultado de pruebas de ADN para inculparlo. La familia de la ministra le dará el último adiós en un acto íntimo que se celebrará este sábado en una iglesia del sur de Estocolmo.
