Con la alta carga retórica que lo caracteriza Gadafi se ha preguntado: "Nosotros no les atacamos y no cruzamos el mar (...) ¿por qué nos están atacando?". Así, ha añadido: "Dejadnos negociar con vosotros, con los países que nos atacan. Dejadnos negociar".
Además, tal y como informa Europa Press, el dictador libio ha agregado que si lo que buscan los países de la coalición es petróleo no hay problema para negociar contratos en este sentido.
Gadafi ha asegurado que está preparado para alcanzar un alto el fuego, pero que el mismo debe involucrar a todas las partes en conflicto y no únicamente a sus fuerzas, que se encuentran luchando contra los rebeldes en el este.
"Libia está preparada para alcanzar un alto el fuego (...) pero un alto el fuego no puede venir de una parte únicamente", ha apostillado en una aparición en directo en un canal de televisión en la madrugada del sábado.
"Fuimos los primeros en dar la bienvenida a un alto el fuego y fuimos los primeros en aceptarlo (...) pero los ataques de los cruzados de la OTAN no se han detenido", ha agregado.
Asimismo, Gadafi ha indicado que nadie le va a forzar a abandonar el país. "No voy a dejar mi país (...) nadie puede forzarme a dejar mi país y nadie puede decirme que no luche por él", ha asegurado.
Las tropas libias chocan con el ejército de Túnez
Fuerzas leales a Gadafi se adentraron ayer viernes en Túnez y se enfrentaron con tropas de ese país, extendiendo el conflicto libio más allá de sus fronteras.
Las tropas de Gadafi usaron su artillería contra la ciudad tunecina de Dehiba, donde provocaron daños en edificios e hirieron, al menos, a un civil. Un grupo de soldados llegó a entrar en la ciudad en un camión para perseguir a rebeldes libios. Al parecer, soldados de Gadafi murieron y resultaron heridos en esta ciudad.
Según contaron dos residentes a Reuters, la localidad tunecina fue bombardeada por las tropas de Gadafi desde sus posiciones del otro lado de la frontera.
El origen de este enfrentamiento estaría en la presión que las fuerzas del líder libio sobre los rebeldes de las Montañas Occidentales, que se tuvieron que refugiar en Túnez después de que el Ejército asaltase un puesto fronterizo controlado hasta entonces por los insurgentes.