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SEGÚN SE DEDUCE DE LAS PRIMERAS INVESTIGACIONES

(23-08-03) Ex soldados de Sadam cometieron el atentado contra la sede de la ONU

Los investigadores del atentado contra la sede de la ONU en Bagdad estiman que los autores del ataque eran miembros del antiguo Ejército de Sadam Husein. Primero, porque la bomba estaba cargada con explosivos militares y, además, porque recibieron ayuda de varios ex espías iraquíes que trabajaban contratados por la propia ONU.

(Libertad Digital) De confirmarse las sospechas de los investigadores del atentado contra el hotel "Canal", la solidez del equipo de seguridad e inteligencia de las Naciones Unidas quedaría gravemente cuestionada, ya que la ONU tenía contratados a ex espías del régimen de Sadam Husein que pudieron colaborar en la comisión del ataque terrorista, que se cobró la vida de al menos 27 personas, entre ellos el militar español Manuel Martín Oar.

En su edición de este viernes, el periódico estadounidense The New York Times publica que los investigadores de EEUU al frente del caso han descubierto que todos los guardias de la compañía privada encargada de la seguridad del hotel "Canal", sede de la ONU en Bagdad, habían trabajado como agentes de los servicios secretos iraquíes. Estos espías eran, por ejemplo, los que acompañaban a los funcionarios de la ONU en sus desplazamientos, entre ellos los inspectores de armas, antes de la guerra que acabó con el régimen de Sadam Husein.

Como parte de su trabajo, los espías estaban obligados a advertir al régimen de los pasos más inminentes de los funcionarios de la ONU en Irak, para que el Ejército pudiera esconder lo que no debían encontrar los inspectoresde armas. De hecho, cuando el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, compareció ante el Consejo de Seguridad de la ONU para mostrar pruebas sobre la situación de Irak, lo que denunció con mayor ahínco fue precisamente que los iraquíes eludían cualquier tipo de control de su armamento por parte de la ONU.

Un gravísimo fallo de seguridad

Los espías trabajaban en el inmueble desde antes de la guerra y, cuando concluyó el ataque al régimen de Sadam Husein llevado a cabo por la coalición anglo-estadounidense, la ONU decidió mantenerlos en sus puestos porque, según explica The New York Times , ya conocían sus procedimientos de trabajo. Esta decisión, escasamente profesional por parte de los responsables de seguridad del despliegue de Naciones Unidas en Irak, ha sido confirmada por una fuente de la ONU.

Bajo anonimato, la fuente ha explicado a la agencia de noticias francesa AFP que varios indicios apuntan que los agentes de seguridad actuaron como espías a favor de los terroristas organizadores del atentado. "Había por fuerza cómplices iraquíes en el interior que han dado información a los autores del atentado", dijo la fuente, para destacar que los responsables del ataque sabían que el representante de Naciones Unidas en Irak, Sergio Vieira de Mello, se encontraba en el interior del inmueble.

El camión-bomba estalló justo debajo de una habitación en la que se encontraba Vieira de Mello y el vehículo estaba aparcado en una zona destinada al personal de las Naciones Unidas, lo que abunda en la tesis de que hubo informadores internos y de que alguien facilitó la colocación del camión-bomba en el lugar más adecuado. Asimismo, el ataque se produjo mientras se celebraba una rueda de prensa en el interior del edificio, por lo que sus autores también sabían que tendrían la propaganda asegurada.

¿Explosivos militares en un ataque terrorista?

Por su parte, la emisora de televisión estadounidense CNN ha confirmado, de fuentes del FBI en Bagdad, que los explosivos usados en el atentado pertenecían a las Fuerzas Armadas del derrocado gobierno de Irak. Tom Fuentes, miembro del FBI responsable de la investigación, confirmó a CNN que la bomba no era de fabricación "casera", sino que se elaboró con explosivos de uso militar y que no eran necesarios grandes conocimientos para montarlo. Fuentes afirmó también que la bomba se fabricó con unos 500 kilos de municiones, incluyendo una bomba de 250 kilos que formaba parte del arsenal de régimen anterior.

Estos hechos llevan a sospechar a los responsables de la investigación que quien estaba detrás del atentado contra la ONU en Bagdad era el propio Ejército del depuesto líder iraquí, Sadam Husein. De hecho, el periódico estadounidense The Washington Post publicaba este jueves que, tras la guerra, los supuestos terroristas islámicos en Irak no eran más de 200 y carecían de estrategia. Sin embargo, según un experto militar consultado por dicho rotativo, los grupos de resistencia formados a partir del Ejército de Sadam Husein suman miles de miembros, cuentan con armas y material, y conocen el terreno.

Este jueves, un supuesto grupo terrorista, desconocido hasta ahora y autodenominado "Vanguardias Armadas del Segundo Ejército de Mahoma", reivindicó la autoría del atentado de Bagdad. El grupo, que tiene visos de estar formado por antiguos miembros del Ejército de Sadam, hizo la reivindicación en un comunicado divulgado por el canal emiratí de televisión Al-Arabiya , en el que declaraba "la guerra a los extranjeros” en Irak y amenazaba con perpetrar “mas actos similares".

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