
L D (EFE)
El sistema vigente se rige por la elección de los legisladores por zonas, lo que fomenta la designación de caudillos familiares. Es por esto que Mazen propone una ley de elecciones de carácter general. El presidente de la ANP quiere así poner orden, ya que desde hace meses existe en Al Fatah, que cuenta con mayoría en la Cámara Legislativa, un enfrentamiento entre los dirigentes jóvenes y los de la "vieja guardia", los políticos que acompañaron al fallecido presidente Yaser Arafat.
Las puja interna coinciden con un creciente prestigio de sus principales rivales, los terroristas del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) en la calle palestina. Hace unos meses, la ANP llegó a un acuerdo con Hamas para que en los próximos comicios parlamentarios del 17 de julio, la mitad de los candidatos sean escogidos directamente por el electorado.
Hamas, que no forma parte del movimiento nacional integrado en la OLP, participará por primera vez en elecciones parlamentarias. Abú Mazen también habría convencido, según fuentes de la ANP, al liderazgo colectivo de ese movimiento islámico para que se incorpore a la OLP aunque, de momento, se ignora en qué momento se concretará.
Además de la reforma del sistema electoral, el presidente de la ANP, el sucesor de Arafat, que asumió el Gobierno en enero pasado, ha decretado el desarme dentro de las dos próxima semanas de 530 terroristas palestinos y buscados por organismos de seguridad de Israel en los territorios ocupados. Los organismos de seguridad dependientes de la ANP deben reclutar a los "buscados" para integrarlos en sus filas siempre que, voluntariamente, entreguen sus armas al Gobierno de Mazen.
El desarme de los terroristas, que el presidente procura conseguir negociándolo con las facciones de la resistencia y no por medio de la fuerza por temor a una guerra fratricida, es una exigencia sine qua non de Israel para reanudar las negociaciones de paz, que deben concluir con la creación de un Estado palestino independiente.
Sin embargo, hasta la fecha ninguna de esas facciones ha depuesto las armas, aunque respetan un acuerdo para el alto el fuego con Israel que negociaron con Mazen, concertado en enero pasado y reafirmado por un año el pasado mes de marzo, en El Cairo.
Las puja interna coinciden con un creciente prestigio de sus principales rivales, los terroristas del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas) en la calle palestina. Hace unos meses, la ANP llegó a un acuerdo con Hamas para que en los próximos comicios parlamentarios del 17 de julio, la mitad de los candidatos sean escogidos directamente por el electorado.
Hamas, que no forma parte del movimiento nacional integrado en la OLP, participará por primera vez en elecciones parlamentarias. Abú Mazen también habría convencido, según fuentes de la ANP, al liderazgo colectivo de ese movimiento islámico para que se incorpore a la OLP aunque, de momento, se ignora en qué momento se concretará.
Además de la reforma del sistema electoral, el presidente de la ANP, el sucesor de Arafat, que asumió el Gobierno en enero pasado, ha decretado el desarme dentro de las dos próxima semanas de 530 terroristas palestinos y buscados por organismos de seguridad de Israel en los territorios ocupados. Los organismos de seguridad dependientes de la ANP deben reclutar a los "buscados" para integrarlos en sus filas siempre que, voluntariamente, entreguen sus armas al Gobierno de Mazen.
El desarme de los terroristas, que el presidente procura conseguir negociándolo con las facciones de la resistencia y no por medio de la fuerza por temor a una guerra fratricida, es una exigencia sine qua non de Israel para reanudar las negociaciones de paz, que deben concluir con la creación de un Estado palestino independiente.
Sin embargo, hasta la fecha ninguna de esas facciones ha depuesto las armas, aunque respetan un acuerdo para el alto el fuego con Israel que negociaron con Mazen, concertado en enero pasado y reafirmado por un año el pasado mes de marzo, en El Cairo.
