(Libertad Digital) De acuerdo con la resolución 1546 del Consejo de Seguridad de la ONU, el Ejecutivo que preside Iyad Alaui tendrá algunas restricciones. Primero, tiene prohibido tomar decisiones políticas de largo plazo. En segundo lugar, no tendrá el control de los 160.000 efectivos extranjeros que permanecerán en Irak. Sin embargo, el Gobierno tiene el derecho de pedirles que se retiren, pero ya ha dicho que no tiene intenciones de hacerlo.
El presidente George W. Bush ha asegurado que los 138.000 soldados que EEUU tiene desplegados en Irak permanecerán en el país "en tanto Irak así lo necesite", hasta que sus fuerzas de seguridad se encuentren en condiciones de garantizar la seguridad del país. Los efectivos estadounidenses seguirán estando a cargo de la seguridad, pero sus oficiales han prometido cooperar con el nuevo Gobierno en este ámbito, según el acuerdo para la transferencia de poder. A efectos prácticos, esto impedirá operaciones unilaterales que puedan ser malinterpretadas, según Lawrence Korb, ex secretario adjunto de Defensa de EEUU.
La primera medida tras el traspaso de poderes ha sido la entrega de Sadam Husein y los altos cargos de su régimen, que han pasado a estar bajo custodia de un Tribunal iraquí, según ha confirmado el segundo jefe del Ejército estadounidense en Irak, Mark Kimmit. Sin embargo, en declaraciones a la cadena Al Yazira, Kimmit ha manifestado que Sadam seguirá "bajo protección de soldados estadounidenses".
Primera medida judicial: restablecer la pena de muerte
El nuevo ministro de Justicia, Malek Dohan al Hassan, ha anunciado que Irak va a restablecer la pena de muerte. Este castigo fue suspendido por el antiguo jefe del Comando Central estadounidense (Centcom), el general Tommy Franks, en abril de 2003, tras la caída de Bagdad en poder de las tropas americanas. Según Al Hassan, en la era de Sadam Husein, la pena de muerte se aplicaba en 120 crímenes, pero “nosotros vamos a reducir el número". El nuevo ministro iraquí ha declarado que se aplicará la pena capital a “los responsables de las fosas comunes o los que dilapidaron las riquezas del petróleo”. El primer ministro iraquí, Iyad Alaui, ha anunciado este martes en Bagdad que el depuesto presidente Sadam Husein será entregado el miércoles, al Gobierno provisional para ser juzgado por un tribunal iraquí.
El ex dictador Sadam Husein será, previsiblemente, la primera persona a la que se aplique la pena de muerte. El nuevo ministro de Justicia ha asegurado a este respecto que “el asunto es muy simple: fue jefe de las fuerzas armadas y desertó, según sus propias leyes, este crimen se merece por sí mismo la pena de muerte”.
Elecciones en enero de 2005 y prioridades del nuevo gobierno
Por otra parte, el Gobierno iraquí está dispuesto a celebrar comicios el próximo 2 de enero de 2005, a pesar de los rumores según los cuales podrían postergarse si continúa la violencia. Según el primer ministro Iyad Alaui, “la seguridad de nuestro país descansa ahora en nuestras manos, vamos a anunciar nuevas medidas".
El nuevo primer ministro Alaui ha señalado que sus prioridades serán sofocar la ola de violencia que azota Irak, luchar por la unidad de los iraquíes y crear un Irak donde impere la tolerancia, la reactivación de la economía, luchar contra el desempleo y reconstruir la infraestructura nacional serán otros asuntos de importancia para el nuevo Ejecutivo. Asimismo, Alaui ha destacado la importancia de estrechar las relaciones con EEUU, la Unión Europea, la ONU, la Organización de la Conferencia Islámica, el Fondo Monetario Internacional, la Liga Árabe, los países del Golfo Pérsico, la India y Pakistán y otros países y organizaciones internacionales.
Las medidas de Bremer
En primer término, el nuevo gobierno iraquí tendrá que abordar los más de cien edictos emitidos por la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA), que dejó de existir oficialmente con la transferencia del poder. Estas normas van desde la disolución del partido Baaz de Sadam Husein, al control de las fronteras, y también regulan otros asuntos de menor urgencia, como los derechos intelectuales y la tasa máxima de impuestos.
Alaui ya ha criticado algunas de las decisiones de la CPA, como el desmantelamiento de las fuerzas armadas iraquíes, y es posible que consiga revocar algunas de ellas y hacer caso omiso a otras. Otro interrogante importante es quién y cómo se gestionarán los fondos del petróleo, que proporcionan el 95 por ciento de los ingresos del país.
El nuevo líder de Irak
El primer ministro de Irak es Iyad Alaui, un chií preocupado por la construcción de un Irak moderno. Nacido en 1945, Alaui es neurólogo y empresario de profesión. Representa a la sociedad laica preocupada por la construcción de un Irak moderno. Su dura experiencia al frente de la seguridad del país, podría haber jugado a su favor en su designación, cuando de lo que se trata es de sacar al país de la situación de inestabilidad que atraviesa.