Por otro lado, Kimmit informó de que un soldado estadounidense murió y cuatro resultaron heridos en un ataque terrorista perpetrado contra un convoy militar en la ciudad septentrional de Mosul.
Más de 600 soldados norteamericanos han perdido la vida en Irak desde que comenzara la guerra y ocupación del país. De ellos, 111 han caído después del 31 de marzo. Esta cifra es superior a todas las muertes registradas durante el mes y medio que duró la guerra.
Entre tanto, EEUU continúa replegando a sus tropas de Faluya. En la mañana del jueves éstas han permitido, según han relatado varios testigos, la entrada en la ciudad de civiles procedentes de Bagdad.
Según han relatado los portavoces de la coalición, el acuerdo permitirá "el libre acceso (de los habitantes de Faluya) al hospital general de la ciudad, así como la retirada y el entierro de los muertos y el envío de comida y medicinas a áreas aisladas". Además, se reducirá la duración del toque de queda.
El problema Al-Sadr
En el sur del país, donde la coalición mantienen cercada la ciudad santa chií de Nayaf, la situación sigue siendo tensa, y a los negociadores se les ha dado más tiempo para tratar de llegar a una solución pacífica.
"El problema de Muqtada al-Sadr es más grande que el propio Al-Sadr. Abarca a toda la comunidad chií y a sus santuarios", dijo a sus soldados el general Ricardo Sánchez, comandante en jefe de las fuerzas norteamericanas en Irak. "Existe un puñado de iniciativas para resolver la crisis. Pese a ellos, nuestro principal objetivo es Al-Sadr", agregó.
El clérigo chií, prófugo de la Justicia iraquí y relacionado tanto con Irán como con el grupo terrorista Hezbolá, instigó hace tres semanas las revueltas que sus adeptos han protagonizado en el centro y el sur del país.
