
LD (EFE) Cientos de soldados de las fuerzas especiales tailandesas permanecen apostados en los puntos estratégicos de la frontera con Camboya un día después de que dos militares camboyanos murieran y siete tailandeses resultaran heridos durante el intercambio de fuego de artillería y disparos de armas ligeras. Los militares se enfrentaron a tiros este miércoles por la soberanía de 4,6 kilómetros cuadrados que rodean las ruinas arqueológicas de Preah-Vihear. Dos soldados camboyanos murieron y siete tailandeses permanecen heridos.
Las autoridades de Phnom-Penh asegura haber capturado a diez militares del bando enemigo, pero Bangkok niega esa información. Como medida de precaución, el Gobierno tailandés urgió a sus compatriotas que viven en el vecino país a que lo abandonen a la brevedad posible antes de que estalle una guerra.
El teniente general Viboonsak Neepal, segundo jefe de la comandancia militar de la región este de Tailandia, se desplazó hasta la frontera para supervisar el despliegue y las medidas de seguridad adoptadas para proteger a la población civil que habita en la zona próxima a Camboya. Mientras, al otro lado de la frontera cientos de civiles camboyanos se sumaban a aquellos que el miércoles abandonaron sus hogares por temor a convertirse en víctimas de las hostilidades.
También, el Ejército de Camboya envió soldados de refuerzo a la porosa frontera. El pasado día 3, por el mismo motivo, las tropas de las dos naciones libraron un enfrentamiento similar en el que resultaron heridos dos soldados tailandeses y uno camboyano. En Phnom Penh, el ministro camboyano de Asuntos Exteriores, Hor Namhong, confirmó que delegaciones de los dos países formadas por jefes militares destacados en la zona disputada, tenían previsto reunirse para intentar abrir un cauce a las negociaciones.
