LD (Agencias)
El desorden comenzó cuando al legislador opositor César Pérez le fue negada una propuesta de suspensión de la discusión de una nueva ley por supuestos vicios de forma, tras lo cual subió visiblemente enojado al estrado de la Presidencia parlamentaria, donde la diputada oficialista Iris Varela admitió que intercambiaron golpes. "Como le salió el tiro por la culata al no lograr suspender la sesión, subió al estrado de la Presidencia y allí me dio un puntapié, una patada. Todo el mundo vio la forma violenta como él subió y cuando yo llegué a mediar (...) empezó a proferir palabras que no puedo repetir y me dio una patada, porque yo le decía 'cállate y bájate'", relató la diputada a los periodistas.
La legisladora de la mayoría oficialista agregó que "cuando me lanzó la patada le respondí con el antebrazo", aunque en imágenes de televisión se le aprecia intentar propinarle unas bofetadas a Pérez y a éste retroceder protegiéndose el rostro. "No vamos a sucumbir al chantaje de una oposición que, como no puede conseguir sus objetivos malintencionados por la vía de la discusión democrática apela a la violencia", agregó Varela.
El Congreso reanudó sus sesiones ordinarias el pasado día 16 con la discusión de una reforma que prevé aumentar el número de miembros del poder Judicial, lo que la oposición sostiene que oculta un anhelo del Gobierno de aumentar los jueces afines a su gestión. Ese mismo día, una trifulca que no pasó de empujones y gritos fue generada por la aprobación de un acuerdo parlamentario de rechazo a un reciente "cacerolazo" opositor contra familia del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Francisco Carrasquero El CNE rechazó poco antes una inicial solicitud opositora para que la permanencia de Chávez en su cargo sea decidida en referendo.
Dos días después, el diputado oficialista Nicolás Maduro confirmó que la bancada afín al Gobierno promoverá reformas al Código Penal para tipificar y penar acciones de intolerancia política como los "cacerolazos" contra funcionarios civiles y militares en restaurantes, aviones, hoteles y en sus propias residencias.
La legisladora de la mayoría oficialista agregó que "cuando me lanzó la patada le respondí con el antebrazo", aunque en imágenes de televisión se le aprecia intentar propinarle unas bofetadas a Pérez y a éste retroceder protegiéndose el rostro. "No vamos a sucumbir al chantaje de una oposición que, como no puede conseguir sus objetivos malintencionados por la vía de la discusión democrática apela a la violencia", agregó Varela.
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Dos días después, el diputado oficialista Nicolás Maduro confirmó que la bancada afín al Gobierno promoverá reformas al Código Penal para tipificar y penar acciones de intolerancia política como los "cacerolazos" contra funcionarios civiles y militares en restaurantes, aviones, hoteles y en sus propias residencias.
