LD (Agencias)
En el primer discurso de un presidente de EEUU ante el Congreso de EEUU desde el pronunciado por Dwight Eisenhower en 1960, George Bush ha anunciado que "la presidenta (filipina, Gloria Macapagal) Arroyo y yo hemos acordado renovar la cooperación militar". Adelantó que su administración "proveerá con asistencia técnica, experiencia sobre el terreno y fondos" al Ejército filipino, que combate desde hace años las actividades en el archipiélago de los grupos terroristas Abu Sayaf y Yemah Islamiya.
El presidente estadounidense apoyó el plan de Arroyo para los próximos cinco años de reforma y modernización de las fuerzas armadas y pidió al Congreso que invierta en Defensa "para ganar la guerra al terrorismo y proteger al pueblo filipino". La lucha contra grupos terroristas como Abu Sayaf y Yemah Islamiya, a los que Washington acusa de tener vínculos con la red Al-Qaeda, fue el eje central de esa fugaz visita de Bush a Manila, segunda etapa, tras Japón, de su gira por cinco países de Asia y Australia.
La presidenta Arroyo agradeció a Bush "la continua asistencia en materia de seguridad, que incrementa los medios para derrotar al terrorismo" y subrayó que una estrecha relación con EEUU contribuirá a "la paz y la prosperidad, a la estabilidad y a la seguridad". La intención de Bush al visitar Filipinas fue también agradecer a Arroyo su respaldo en el conflicto de Irak, en cuya posguerra Manila contribuye con 175 soldados, policías y médicos. Bush quiso además defender la figura política de Arroyo, víctima de un intento de rebelión militar en julio pasado que, en palabras de Bush, "fracasó para satisfacción de las naciones libres".
El presidente estadounidense apoyó el plan de Arroyo para los próximos cinco años de reforma y modernización de las fuerzas armadas y pidió al Congreso que invierta en Defensa "para ganar la guerra al terrorismo y proteger al pueblo filipino". La lucha contra grupos terroristas como Abu Sayaf y Yemah Islamiya, a los que Washington acusa de tener vínculos con la red Al-Qaeda, fue el eje central de esa fugaz visita de Bush a Manila, segunda etapa, tras Japón, de su gira por cinco países de Asia y Australia.
La presidenta Arroyo agradeció a Bush "la continua asistencia en materia de seguridad, que incrementa los medios para derrotar al terrorismo" y subrayó que una estrecha relación con EEUU contribuirá a "la paz y la prosperidad, a la estabilidad y a la seguridad". La intención de Bush al visitar Filipinas fue también agradecer a Arroyo su respaldo en el conflicto de Irak, en cuya posguerra Manila contribuye con 175 soldados, policías y médicos. Bush quiso además defender la figura política de Arroyo, víctima de un intento de rebelión militar en julio pasado que, en palabras de Bush, "fracasó para satisfacción de las naciones libres".
