L D (EFE)
El propio presidente de EEUU está al frente de las gestiones diplomáticas, con llamadas telefónicas a gobernantes de todo el mundo. También el secretario de Estado, Colin Powell, y la Consejera de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, están teniendo un papel relevante en las últimas horas encaminado a sumar apoyos a la postura estadounidense. “Habrá muchos contactos diplomáticos y discusiones en los próximos días”, dijo una fuente de la Casa Blanca después de que EEUU y sus aliados fijaran el 17 de marzo como plazo final para que el régimen de Sadam Husein demuestre de manera “fiable y completa” que se está desarmando.
Bush se hablado en las últimas horas con el presidente de Chile, Ricardo Lagos, después de mantener varios contactos con el de México, Vicente Fox. Ambos países no han decidido aún cómo votarán en el Consejo de Seguridad. Refiriéndose a la conversación con Lagos, Michael Anton, portavoz de la Casa Blanca, declaró que “ellos (el Gobierno de Chile) coincidieron en la necesidad de que Irak se desarme totalmente y cumpla con la (resolución) 1441”.
La fecha del 17 de marzo fue incluida en la enmienda introducida a la nueva resolución presentada el pasado 24 de febrero por EEUU, el Reino Unido y España, que Washington espera que sea votada en el Consejo a partir del martes o ese mismo día. “Veremos si se logra que la resolución se apruebe. Esperamos que los miembros del Consejo de Seguridad cumplan sus obligaciones y se hará un gran esfuerzo en ese sentido”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca que pidió que no se le identificara. La fuente insistió en la posición de EEUU ante Irak al advertir que si para el día 17 Sadam Husein no ha demostrado “de manera inequívoca que se ha desarmado o que ha tomado en serio sus obligaciones, creo que en ese momento se le habrán acabado las oportunidades”.
Pese al moderado optimismo manifestado por el funcionario sobre la suerte de la resolución, las posibilidades de que se apruebe parecen escasas. En la reunión del Consejo del viernes, Francia, Rusia y China rechazaron la resolución enmendada, y el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, explicó que “establecer un plazo es entrar en la lógica de la guerra”. El secretario de Estado de EEUU lamentó que “haya gente que no quiera ver las cosas claramente” y destacó que hacer una lectura positiva del informe presentado el viernes por los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, es erróneo.
Powell intervino ante el Consejo para advertir al régimen iraquí de que las consecuencias de un incumplimiento del mandato de desarme “serán muy reales”, y pedir a la ONU que envíe “un claro mensaje” a Bagdad. Según Powell, ha llegado la hora de que el Consejo de Seguridad “diga a Sadam que el reloj no se ha parado por sus estratagemas y sus maquinaciones”.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, reiteró la posición de EEUU en cuanto a que si la resolución es rechazada las naciones que se hayan pronunciado en contra “demostrarán que no quieren el desarme del presidente iraquí, Sadam Husein”. Específicamente, la enmienda introducida al proyecto de resolución ordena a Irak entregar “todas sus armas, sistemas de apoyo y distribución y estructuras” prohibidas en las resoluciones de la ONU, así como toda “información que tenga que ver con la destrucción de ese material”. El texto reformado busca conseguir el respaldo de los miembros del Consejo de Seguridad a la resolución, que sólo cuenta con el apoyo de sus tres patrocinadores y Bulgaria. Sus detractores son Alemania, Siria, China, Rusia y Francia, mientras que los indecisos son Angola, Guinea Conakry, Camerún y Pakistán, además de Chile y México.
Fleischer subrayó que si, finalmente, la ONU rechaza la nueva resolución, Estados Unidos estará en su derecho de lanzar una guerra sin el respaldo de Naciones Unidas.
Bush se hablado en las últimas horas con el presidente de Chile, Ricardo Lagos, después de mantener varios contactos con el de México, Vicente Fox. Ambos países no han decidido aún cómo votarán en el Consejo de Seguridad. Refiriéndose a la conversación con Lagos, Michael Anton, portavoz de la Casa Blanca, declaró que “ellos (el Gobierno de Chile) coincidieron en la necesidad de que Irak se desarme totalmente y cumpla con la (resolución) 1441”.
La fecha del 17 de marzo fue incluida en la enmienda introducida a la nueva resolución presentada el pasado 24 de febrero por EEUU, el Reino Unido y España, que Washington espera que sea votada en el Consejo a partir del martes o ese mismo día. “Veremos si se logra que la resolución se apruebe. Esperamos que los miembros del Consejo de Seguridad cumplan sus obligaciones y se hará un gran esfuerzo en ese sentido”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca que pidió que no se le identificara. La fuente insistió en la posición de EEUU ante Irak al advertir que si para el día 17 Sadam Husein no ha demostrado “de manera inequívoca que se ha desarmado o que ha tomado en serio sus obligaciones, creo que en ese momento se le habrán acabado las oportunidades”.
Pese al moderado optimismo manifestado por el funcionario sobre la suerte de la resolución, las posibilidades de que se apruebe parecen escasas. En la reunión del Consejo del viernes, Francia, Rusia y China rechazaron la resolución enmendada, y el ministro francés de Exteriores, Dominique de Villepin, explicó que “establecer un plazo es entrar en la lógica de la guerra”. El secretario de Estado de EEUU lamentó que “haya gente que no quiera ver las cosas claramente” y destacó que hacer una lectura positiva del informe presentado el viernes por los jefes de los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, es erróneo.
Powell intervino ante el Consejo para advertir al régimen iraquí de que las consecuencias de un incumplimiento del mandato de desarme “serán muy reales”, y pedir a la ONU que envíe “un claro mensaje” a Bagdad. Según Powell, ha llegado la hora de que el Consejo de Seguridad “diga a Sadam que el reloj no se ha parado por sus estratagemas y sus maquinaciones”.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, reiteró la posición de EEUU en cuanto a que si la resolución es rechazada las naciones que se hayan pronunciado en contra “demostrarán que no quieren el desarme del presidente iraquí, Sadam Husein”. Específicamente, la enmienda introducida al proyecto de resolución ordena a Irak entregar “todas sus armas, sistemas de apoyo y distribución y estructuras” prohibidas en las resoluciones de la ONU, así como toda “información que tenga que ver con la destrucción de ese material”. El texto reformado busca conseguir el respaldo de los miembros del Consejo de Seguridad a la resolución, que sólo cuenta con el apoyo de sus tres patrocinadores y Bulgaria. Sus detractores son Alemania, Siria, China, Rusia y Francia, mientras que los indecisos son Angola, Guinea Conakry, Camerún y Pakistán, además de Chile y México.
Fleischer subrayó que si, finalmente, la ONU rechaza la nueva resolución, Estados Unidos estará en su derecho de lanzar una guerra sin el respaldo de Naciones Unidas.