LD (Agencias) El tribunal de primera instancia de Estocolmo ha ordenado la realización de un examen psiquiátrico a Mijailo Mijailovic, el asesino confeso de la ministra de Asuntos Exteriores, Annan Lindh.
En la última jornada del juicio, la fiscal superior, Agneta Blindberg, solicitó cadena perpetua para el acusado y aseguró que para ser condenado por asesinato -cargo al que acusa a Mijailovic, de origen serbio- no es necesario que haya un ataque premeditado, sino que haya sido intencionado. Peter Althin, defensor del joven de 25 años, resaltó que éste sólo podía ser acusado de "maltrato" o de "maltrato con muerte consiguiente", pero no de asesinato, ya que no se había probado que hubiera premeditación, y según él, "el tribunal no tiene otra opción que dejarlo en libertad".
Blindberg no negó que Mijailovic pudiera tener problemas psíquicos, pero "no hasta el punto de que no supiera lo que hizo" y citó como ejemplo que las imágenes de la cámara de vídeo no muestran a una persona "confusa" y que el detenido no sufrió ningún ataque de pánico después del crimen y habló con normalidad con el taxista que le recogió. La fiscal superior justificó su argumentación en que se comportó "de forma racional", intentó ocultar todas las pruebas y se cortó el pelo para evitar ser reconocido, aparte de que tardó tres meses en confesar el crimen, "lo que resulta extraño si sólo su estado psíquico es el motivo del ataque".
