L D (EFE) Tropas israelíes efectuaron a primeras horas de este miércoles una incursión en el barrio de Zeitún, en el sur de la ciudad de Gaza, con el objeto de buscar posiciones desde las cuales terroristas palestinos disparan proyectiles de mortero contra asentamientos judíos cercanos.
Un gran número de tanques, apoyados por blindados y excavadoras, se adentraron en el barrio palestino, en una incursión que fue precedida por un intenso bombardeo. El resultado ha sido de nueve terroristas muertos y al menos una decena de heridos.
Tras la operación en Gaza, el ministro palestino de Salud, Jawad Al-Tibi, ha acusado al Gobierno israelí de perpetrar crímenes contra civiles. "Esto es un nuevo crimen de guerra llevado a cabo por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en la ciudad de Gaza, donde el Ejército israelí ha asesinado con premeditación a palestinos", añade.
Mientras, el representante de la Yihad Islámica en Gaza, Abdula al-Shami, ha informado de que cinco de los palestinos muertos durante la operación eran miembros del las denominadas Brigadas Saraya Al-Quds. "El mensaje sangriento ha sido recibido... y el pueblo palestino sabrá ahora cómo responder", sentenciaba, por su parte, Mohamed Al-Hindi, destacado dirigente del grupo terrorista.
La Autoridad Palestina ha condenado con dureza la incursión israelí y el ministro de Trabajo, Gasán Jatib, la considera "un sabotaje a los esfuerzos palestinos y de la comunidad internacional, que intentan resolver la crisis por medios diplomáticos". Por su parte, el asesor de Yaser Arafat, Nabil Abu Rudaina, afirma que la operación israelí tiene el objeto de boicotear los esfuerzos de Egipto y EEUU y pide a la ONU que provea de protección internacional a los palestinos.
La operación israelí se ha producido en el mismo momento en que se encontraban reunidos el primer ministro palestino, Abu Alá, y los enviados de EEUU a la zona, John Wolf y David Satterfield, en Ramala. El primer ministro palestino describe la operación en Gaza como "un nuevo crimen de Israel cometido con la peor de las intenciones". Asimismo, insta al enviado John Wolf a ayudarlo para preparar una entrevista con Ariel Sharon. Abu Alá añadía: "No nos oponemos a una entrevista con él (Sharon), pero desde luego tiene que ser fructífera para que termine el sufrimiento de los palestinos".
Un gran número de tanques, apoyados por blindados y excavadoras, se adentraron en el barrio palestino, en una incursión que fue precedida por un intenso bombardeo. El resultado ha sido de nueve terroristas muertos y al menos una decena de heridos.
Tras la operación en Gaza, el ministro palestino de Salud, Jawad Al-Tibi, ha acusado al Gobierno israelí de perpetrar crímenes contra civiles. "Esto es un nuevo crimen de guerra llevado a cabo por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, en la ciudad de Gaza, donde el Ejército israelí ha asesinado con premeditación a palestinos", añade.
Mientras, el representante de la Yihad Islámica en Gaza, Abdula al-Shami, ha informado de que cinco de los palestinos muertos durante la operación eran miembros del las denominadas Brigadas Saraya Al-Quds. "El mensaje sangriento ha sido recibido... y el pueblo palestino sabrá ahora cómo responder", sentenciaba, por su parte, Mohamed Al-Hindi, destacado dirigente del grupo terrorista.
La Autoridad Palestina ha condenado con dureza la incursión israelí y el ministro de Trabajo, Gasán Jatib, la considera "un sabotaje a los esfuerzos palestinos y de la comunidad internacional, que intentan resolver la crisis por medios diplomáticos". Por su parte, el asesor de Yaser Arafat, Nabil Abu Rudaina, afirma que la operación israelí tiene el objeto de boicotear los esfuerzos de Egipto y EEUU y pide a la ONU que provea de protección internacional a los palestinos.
La operación israelí se ha producido en el mismo momento en que se encontraban reunidos el primer ministro palestino, Abu Alá, y los enviados de EEUU a la zona, John Wolf y David Satterfield, en Ramala. El primer ministro palestino describe la operación en Gaza como "un nuevo crimen de Israel cometido con la peor de las intenciones". Asimismo, insta al enviado John Wolf a ayudarlo para preparar una entrevista con Ariel Sharon. Abu Alá añadía: "No nos oponemos a una entrevista con él (Sharon), pero desde luego tiene que ser fructífera para que termine el sufrimiento de los palestinos".
