
L D (EFE) En 2005, Prodi dejaba su tranquilo cargo como presidente de la Comisión europea para centrase en la creación de un nuevo proyecto, La Union, una nueva coalición de centroizquierda.
Con perseverancia y grandes promesas consiguió reunir en La Unión a catorce fuerzas políticas, tan dispares como Los Verdes, Refundación Comunista, o los democristianos de la Unión Demócratas para Europa (UDEUR), y ganar las elecciones en 2006.
Pero el Gobierno de Prodi ha sido una auténtica pesadilla con continuas amenazas de crisis hasta que hace una semana los democristianos del UDEUR, anunciaron que le retiraban su apoyo, después de la dimisión como ministro de Justicia de su líder, Clemente Mastella, acusado de corrupción política.
La historia de Prodi se repite con diferentes protagonistas, pues en su primera experiencia de Gobierno, de 1996 a 1998, el partido Refundación Comunista, que en esta legislatura le apoyaba externamente, le retiró la confianza durante una moción para aprobar los presupuestos generales e hizo caer al Ejecutivo.
La segunda oportunidad del Il Professore (El profesor, como se le conoce en el país), de 68 años, comenzó en abril de 2006, diez años después de su primera experiencia de Gobierno.
Su triunfo lo obtuvo con un escaso margen de 24.000 votos, y el perdedor, como en 1996, fue Berlusconi.
El resultado de las elecciones fue tan ajustado que el Gobierno de Prodi contaba con tan sólo dos escaños de ventaja en la Cámara Alta, por lo que navegó a merced de los caprichos y exigencias de los aliados.
Il Professore decidió seguir en el poder hasta el último segundo. Incluso sus detractores, que le llaman el "Mortadela", por haber nacido en la tierra del famoso embutido, Scandiano, cerca de Bolonia, en la región norteña de Emilia-Romagna, elogiaron su obstinación.
Prodi pese a saber que lo tenía difícil sino imposible decidió pasar el bochorno.
El senador en la oposición Roberto Calderoli valoró que por lo menos "cayó con las botas puestas".
Licenciado en jurisprudencia por la Universidad Católica de Milán, catedrático de Economía en la Universidad de Bolonia y doctor en economía en la London School of Economics, fue uno de los fundadores, en 1981, de "Nomisma", el prestigioso instituto de investigación.
En dos ocasiones presidió el Instituto para la Reconstrucción Industrial (IRI), el primer consorcio de empresas públicas de Italia.
A finales de 1995 decidió presentarse como el candidato del centroizquierda para desafiar por primera vez al dueño del mayor imperio mediático italiano y hombre más rico de Italia, Berlusconi.
Tras su caída en octubre de 1998, Prodi abandonó la política italiana y preparó su candidatura a la presidencia de la Comisión Europea, donde en mayo de 1999 sustituyó a Jacques Santer.
Durante cinco años desde Europa fue el protagonista de la reforma de las instituciones comunitarias, la ampliación de la UE, la entrada del euro o la fallida aprobación de la Constitución Europea.
El legado de Prodi en esta legislatura es la creación del Partido Demócrata (PD), la fusión de los ex comunistas del partido Demócratas de Izquierdas y los democristianos de La Margarita.
Un nuevo partido del que es presidente y con el que pretende conseguir los votos necesarios para poder gobernar en solitario, sin tener que apoyarse en unos inestables aliados.
