L D (EFE) McCartney, de 33 años, fue apuñalado el pasado 30 de enero en un pub del centro del Ulster tras declararse una reyerta y desde el primer momento el principal sospechoso fue el IRA.
La familia de la víctima, residente en un modesto barrio católico de Belfast, acusó a la banda armada de su asesinato y también de intimidar a posibles testigos para impedir que ayuden a la policía que investiga el caso.
El IRA indicó esta noche que ha expulsado a tres miembros que podrían estar implicados en ese asesinato, tras llevar a cabo una "investigación". Uno de ellos ya ha hecho una declaración ante un abogado, señaló el IRA, que aconsejó a los otros dos que asuman sus responsabilidades, al tiempo que avisó de que no tolerará intimidaciones en su nombre.
Este anuncio del IRA se produce un día después de que el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, se entrevistase con la familia de McCartney, que ha llevado a cabo una intensa presión para identificar a los autores de este crimen.
El asesinato de McCartney ha supuesto un nuevo revés para el ya de por sí estancado proceso de paz en el Ulster, donde las instituciones están suspendidas desde hace más de dos años. Ha sido además el último de una serie de incidentes que han suscitado dudas sobre la intención de la organización terrorista, supuestamente en tregua desde 1997, de acabar con sus actividades criminales.
Los gobiernos de Londres y Dublín están convencidos de que fue el IRA el que robó unos 38 millones de euros en un banco de Belfast el pasado diciembre. La pasada semana, la Policía irlandesa, detuvo a varias personas, dos de ellas vinculadas al Sinn Fein, como resultado de las investigaciones sobre la red de blanqueo de dinero del IRA, lo que podría llevar hasta los responsables de ese atraco.
El proceso de paz del Ulster está en crisis desde octubre de 2002, cuando el Ejecutivo británico suspendió la autonomía del Ulster por un supuesto caso de espionaje del IRA en el palacio de Stormont, sede de la Asamblea norirlandesa.
La familia de la víctima, residente en un modesto barrio católico de Belfast, acusó a la banda armada de su asesinato y también de intimidar a posibles testigos para impedir que ayuden a la policía que investiga el caso.
El IRA indicó esta noche que ha expulsado a tres miembros que podrían estar implicados en ese asesinato, tras llevar a cabo una "investigación". Uno de ellos ya ha hecho una declaración ante un abogado, señaló el IRA, que aconsejó a los otros dos que asuman sus responsabilidades, al tiempo que avisó de que no tolerará intimidaciones en su nombre.
Este anuncio del IRA se produce un día después de que el presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, se entrevistase con la familia de McCartney, que ha llevado a cabo una intensa presión para identificar a los autores de este crimen.
El asesinato de McCartney ha supuesto un nuevo revés para el ya de por sí estancado proceso de paz en el Ulster, donde las instituciones están suspendidas desde hace más de dos años. Ha sido además el último de una serie de incidentes que han suscitado dudas sobre la intención de la organización terrorista, supuestamente en tregua desde 1997, de acabar con sus actividades criminales.
Los gobiernos de Londres y Dublín están convencidos de que fue el IRA el que robó unos 38 millones de euros en un banco de Belfast el pasado diciembre. La pasada semana, la Policía irlandesa, detuvo a varias personas, dos de ellas vinculadas al Sinn Fein, como resultado de las investigaciones sobre la red de blanqueo de dinero del IRA, lo que podría llevar hasta los responsables de ese atraco.
El proceso de paz del Ulster está en crisis desde octubre de 2002, cuando el Ejecutivo británico suspendió la autonomía del Ulster por un supuesto caso de espionaje del IRA en el palacio de Stormont, sede de la Asamblea norirlandesa.
