
L D (EFE) Petraeus, de 54 años, recibió 81 votos a favor y ninguno en contra, pese a que apoya el envío adicional de 21.500 soldados al país árabe, al contrario que gran parte de los legisladores. Su nominación por parte del presidente de EEUU, George W. Bush, no ha generado discordia debido a la buena reputación de Petraeus en las Fuerzas Armadas, ya que conoce de primera mano la situación en Irak.
Durante la invasión, en marzo de 2003, comandó la 101 División Aerotransportada y entre 2004 y 2005 dirigió el programa de formación del nuevo ejército iraquí. Petraeus reemplazará en el cargo a George Casey, a quien Bush ha nominado como Jefe del Estado Mayor del Ejército.
El lunes, en una audiencia de confirmación en el comité de las Fuerzas Armadas en el Senado, Petraeus describió la situación en Irak como "nefasta". "Lo que nos espera no será ni rápido ni fácil. Sin duda, habrá días duros (...), pero duros no quiere decir desesperados", dijo.
Mientras Petraeus se prepara para dirigir la operación de pacificación de Bagdad y la provincia suní de Anbar diseñada por la Casa Blanca, en el Congreso continúa reticente a respaldar el nuevo plan de Bush.
Se prevé que la próxima semana llegue al pleno del Senado una resolución no vinculante que rechaza el aumento del contingente desplegado, que actualmente se sitúa en unos 132.000 soldados. Esa declaración fue aprobada el miércoles por el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta. Los legisladores analizan además otra resolución con un tono más suave, pero que también se opone al aumento de tropas en Irak.
Durante la invasión, en marzo de 2003, comandó la 101 División Aerotransportada y entre 2004 y 2005 dirigió el programa de formación del nuevo ejército iraquí. Petraeus reemplazará en el cargo a George Casey, a quien Bush ha nominado como Jefe del Estado Mayor del Ejército.
El lunes, en una audiencia de confirmación en el comité de las Fuerzas Armadas en el Senado, Petraeus describió la situación en Irak como "nefasta". "Lo que nos espera no será ni rápido ni fácil. Sin duda, habrá días duros (...), pero duros no quiere decir desesperados", dijo.
Mientras Petraeus se prepara para dirigir la operación de pacificación de Bagdad y la provincia suní de Anbar diseñada por la Casa Blanca, en el Congreso continúa reticente a respaldar el nuevo plan de Bush.
Se prevé que la próxima semana llegue al pleno del Senado una resolución no vinculante que rechaza el aumento del contingente desplegado, que actualmente se sitúa en unos 132.000 soldados. Esa declaración fue aprobada el miércoles por el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta. Los legisladores analizan además otra resolución con un tono más suave, pero que también se opone al aumento de tropas en Irak.
