L D (EFE) Según algunas fuentes, tras el pedido de Bush, el presidente francés Jacques Chirac habría ya fijado una fecha para recibir a Baker. Por su parte, el Gobierno de Estados Unidos negó que la decisión de excluir de los contratos para la reconstrucción de Irak a los países opuestos a la guerra suponga un castigo.
Un portavoz del Departamento de Defensa afirmó el miércoles que más que una represalia, la decisión tiene como objetivo alentar a otros países a que se unan a la coalición. Larry di Rita, portavoz del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, manifestó que "nadie tenía la intención de ser punitivo cuando se desarrolló esta política". La decisión, anunciada el martes, fue tomada por consideraciones de seguridad, según manifestó el subsecretario de Defensa norteamericano, Paul Wolfowitz.
La medida veta la participación en los principales contratos para la reconstrucción de Irak de compañías de países que se opusieron a la guerra de Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, concretamente Rusia, Francia y Alemania. Dichos contratos tienen un presupuesto de 18.600 millones de dólares aprobado por el Congreso estadounidense. Francia, Rusia y Alemania tampoco han contribuido al fondo de reconstrucción creado durante la conferencia de donantes que se celebró en Madrid en octubre.
