
LD (EFE) En una entrevista telefónica desde su domicilio en la ciudad central de Santa Clara, a unos trescientos kilómetros al este de La Habana, Alicia Hernández, madre del disidente Guillermo Fariñas denunció que el estado de salud, que este jueves cumplirá siete meses en huelga de hambre, se ha agravado en los últimos días.
Fariñas, un psicólogo de 43 años, director de la agencia de prensa independiente Cubanacán Press, inició el pasado 31 de enero una huelga de hambre en demanda de que el Gobierno le facilite el acceso a un servicio de internet en su domicilio. Durante estos meses el disidente ha recibido sueros y alimentación parenteral por vía intravenosa, un tratamiento no permanente que está contraindicado cuando hay fiebre.
Hernández explicó que su hijo "está bastante grave porque desde la semana pasada está teniendo fiebre, ha tenido vómitos, dolor de cabeza y en las articulaciones, y tiene también problemas renales". Fariñas fue trasladado la semana anterior al "Aislado 2", una habitación de la sala de terapia intensiva del hospital provincial "Arnaldo Milián Castro", donde puede recibir visitas, aunque separado por mamparas de cristal los martes, jueves, sábados y domingos.
La enfermera jubilada de 71 años manifestó que "que Dios ponga su mano. Estamos esperando cualquier cosa porque está muy mal". Enseguida, indicó que al opositor cubano, que ha realizado veinte huelgas de hambre desde 1995, le están aplicando en este momento un tratamiento intravenoso con potentes antibióticos para combatir dos bacterias detectadas en su organismo.
