L D (EFE)
Los palestinos dan poca importancia a esta medida dado que Jericó no ha sido tomada por el Ejército israelí y en la ciudad de Kalkilia la presencia de tropas israelíes y sus actividades son mínimas. El ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, acordó en una reunión el viernes pasado con el titular palestino de Interior, Muhamad Dahlan, la retirada progresiva de Israel de cuatro ciudades palestinas en las próximas dos semanas.
El repliegue del Ejército de Jericó y Kalkilia podría dar paso a la retirada de Tulkarem y Ramala, que sí es considerado por la ANP como un gesto importante dado que el presidente palestino, Yaser Arafat, está confinado en esta última. Según los informes sobre la entrevista el pasado viernes, Israel también se comprometió a aplicar medidas para levantar el estado de sitio al que está sometida la mayor parte de la población palestina en Cisjordania con cientos de barreras que bloquean sus carreteras.
A cambio, Israel exige que la ANP tome todas las medidas necesarias para que no se produzcan nuevos ataques contra objetivos israelíes, y en particular que los servicios de seguridad palestinos apliquen un plan para supervisar a los palestinos buscados por los servicios de seguridad israelíes. En la reunión semanal del Gabinete israelí, que también se celebrará hoy, Mofaz y el jefe de los servicios secretos militares, el general Aharon Zevi Farkash, presentarán informes sobre la situación de seguridad en los territorios palestinos y la conferencia con Dahlan.
Varios ministros de la derecha ya han expresado su rechazo al acuerdo alcanzado entre Mofaz y Dahlan, debido a que en su opinión la ANP no ha demostrado su compromiso a luchar contra las "organizaciones terroristas" y porque la retirada de Ramala supone, en cierta medida, el levantamiento del confinamiento de Arafat, acusado por Israel de estar implicado en actividades "terroristas". Según el jefe de Estado Mayor israelí, Moshe Yaalon, los palestinos no han llevado a cabo una verdadera campaña de arrestos de los palestinos buscados dado que, según él, las fuerzas de seguridad palestinas liberan a los detenidos poco después de su arresto.
Mientras, afirmó Yaalon, las facciones armadas palestinas Yihad Islámica y el movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS) aprovechan el alto el fuego para rearmarse y reestructurarse.
El repliegue del Ejército de Jericó y Kalkilia podría dar paso a la retirada de Tulkarem y Ramala, que sí es considerado por la ANP como un gesto importante dado que el presidente palestino, Yaser Arafat, está confinado en esta última. Según los informes sobre la entrevista el pasado viernes, Israel también se comprometió a aplicar medidas para levantar el estado de sitio al que está sometida la mayor parte de la población palestina en Cisjordania con cientos de barreras que bloquean sus carreteras.
A cambio, Israel exige que la ANP tome todas las medidas necesarias para que no se produzcan nuevos ataques contra objetivos israelíes, y en particular que los servicios de seguridad palestinos apliquen un plan para supervisar a los palestinos buscados por los servicios de seguridad israelíes. En la reunión semanal del Gabinete israelí, que también se celebrará hoy, Mofaz y el jefe de los servicios secretos militares, el general Aharon Zevi Farkash, presentarán informes sobre la situación de seguridad en los territorios palestinos y la conferencia con Dahlan.
Varios ministros de la derecha ya han expresado su rechazo al acuerdo alcanzado entre Mofaz y Dahlan, debido a que en su opinión la ANP no ha demostrado su compromiso a luchar contra las "organizaciones terroristas" y porque la retirada de Ramala supone, en cierta medida, el levantamiento del confinamiento de Arafat, acusado por Israel de estar implicado en actividades "terroristas". Según el jefe de Estado Mayor israelí, Moshe Yaalon, los palestinos no han llevado a cabo una verdadera campaña de arrestos de los palestinos buscados dado que, según él, las fuerzas de seguridad palestinas liberan a los detenidos poco después de su arresto.
Mientras, afirmó Yaalon, las facciones armadas palestinas Yihad Islámica y el movimiento para la Resistencia Islámica (HAMAS) aprovechan el alto el fuego para rearmarse y reestructurarse.