L D (EFE) Según el diario Yomiuri, tras escuchar al director general de la Agencia de Defensa, Shigeru Ishiba, con el informe de la misión que un grupo de inspectores realizó hace unos días en Irak, Koizumi llegó a la conclusión de que es posible garantizar un cierto nivel de seguridad en la zona de Samawa, al Sur de Bagdad, elegida para acoger al contingente nipón.
Koizumi dijo que su país no cedería al terrorismo tras conocer el asesinato de dos diplomáticos japoneses en Tikrit, al norte de Bagdad, el pasado fin de semana en una emboscada terrorista. En el ataque fallecieron el consejero de la embajada japonesa en Londres Katsuhiko Oku, de 45 años, y el tercer secretario de la embajada en Bagdad, Masamori Inoue, de 30, además del conductor del vehículo, de nacionalidad iraquí.
En los últimos días la red terrorista internacional Al-Qaeda ha amenazado a Japón con realizar atentados en el corazón de Tokio si el Gobierno nipón decide enviar soldados a Irak, tal como Koizumi prometió al presidente de EE.UU., George W. Bush. Aunque las fechas dependerán de la situación en aquel país, el gobierno enviaría una avanzadilla de unos 30 soldados antes de final de año, aunque el grueso del contingente, incluidas unidades de transporte, saldría a fines de enero o comienzos de febrero de 2004.
El diario indica que en caso de que el plan se apruebe el lunes, los comités especiales de prevención de terrorismo de ambas cámaras parlamentarias se reunirán poco después para su deliberación.
