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Jiménez pide ahora un "informe independiente" sin decir a quién

La ministra de Asuntos Exteriores sigue manteniendo su postura en relación al ataque por parte de Marruecos a El Aaiún. La única novedad es que ya no sólo piede información minuciosa a Rabat sino que ahora dice que quiere un informe "independiente de los hechos". Pero sin decir de quién.

Trinidad Jiménez compareció este miércoles en la Comisión de Exteriores del Congreso para dar cuenta de la crisis en el Sáhara Occidental y la actuación de su Gobierno. Prácticamente, ninguna novedad en su discurso. En su intervención siguió sin condenar el ataque marroquí al campamento de El Aaiún y continuó manteniendo que España no tiene ningún tipo de responsabilidad con este territorio: "España, más allá de la vinculación histórica, no tiene responsabilidades" con el Sáhara Occidental. 

Volvió a manifestar su "profunda preocupación por la utilización de la violencia y dificultad de conocer lo ocurrido" e insistió en la "necesidad de que las autoridades marroquíes permitan el acceso a los medios de comunicación".

Y es aquí donde dijo una de las cosas más sorprendentes, que demuestran hasta qué punto el Gobierno no está dispuesto a condenar al régimen marroquí. Según Trinidad Jiménez, lo que pasa es que España y Marruecos "tenemos una política de comunicación diferente". Así definió la ministra la censura en el país, la expulsión de periodistas y el impedimento a que la prensa entre en la zona.

Como única novedad en su discurso es que ahora dice la ministra que el Gobierno "ha pedido "un informe claro, independiente de los hechos". Eso sí, no dijo a quién se lo va a pedir ni cómo pretende conseguirlo. De esta manera, matizó el discurso de Rubalcaba que cómo única fuente de investigación señaló a Marruecos.

"El Gobierno ha apelado al diálogo entre las partes en el marco de Naciones Unidas como único cauce para solucionar los hechos. (El Gobierno) considera fundamental mantener la interlocución", dijo la ministra, quien según ella "sólo" así podremos "contribuir a la solución del conflicto".

"Esa interlocución nos ha permitido llevar a cabo la asistencia consular necesaria para ayudar a los ciudanos españoles que estaban en la zona o que quisieran acceder a ella. Este contacto se ha mantenido en estas semanas, incluso cuando conocimos el asentamiento, hace ya un mes".

La titular de Exteriores definió el ataque al El Aaiún: "Lo que comenzó siendo una reivendicación se fue endureciendo y terminó con el desmantelamiento del campamento con una secuela de víctimas que aún se desconoce su cifra exacta".

"Siempre he mantenido la misma posición"

Tras el tremendo vapuleo de todos los grupos, la ministra tomó la palabra; crispada, en tono exaltado y molesta, muy molesta, primero contra Llamazares: "Quisiera que quedara bien claro que yo no he hecho ninguna interpretación de nadie. He querido poner de manifiesto que la tension fue subiendo a raiz de la muerte de un joven en un control policial".

"Yo empece muy temprano haciendo política. Siempre he mantenido la misma posición, siempre he defendido con igual intensidad la defensa de los derechos humanos. Lo defiendo de igual manera hoy. Hace veinte años y hoy. Defendemos el derecho a la libre determinación del pueblo saharaui. (...) Lo hemos hecho siemrpe. No es diferente nuestra posición. Ni antes ni ahora, ni la mia personal".

Especialmente molesta se mostró Jiménez a la petición de los grupos de que el Ejecutivo no anteponga los intereses económicos de España a defender los derechos y libertades. Y es que tanto Zapatero como Rubalcaba achacaron a estos intereses su posición, la del Gobierno, con el ataque.

"Tampoco quiero y eso sí que ofende que se diga que España esta contraponiendo los derechos humanso a los económicos. (...) Ofende profundamente pensar que el Gobierno de España antepone intereses a valores y no estoy dispuesta a admitirlo de nadie", dijo una Jiménez al borde de las lágrimas.

"Se han vertido opiniones que me han parecido especialmente duras. No me importa asumir mi posición de ministra del Gobierno. Siempre me han animado la defensa de la democracia, de la justicia, de los derechos fundamentales y la defensa de los intereese de mi país. No hay ningun tipo de mercadeo, solamente ejercicio de la responsabilidad", aseguró Jiménez.

Y reiteró: "No ha variado esa posición ni va a variarar. Y a pesar de las dificultades y de la situación tan dura que tenemos en este momento somos el país que está en las mejores posiciones de ayudar a las partes. Esa es la posición del Gobierno de España".

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