
L D (EFE) El presidente George W. Bush declaró en 2002 a José Padilla "enemigo combatiente" de EEUU y permaneció tres años y siete meses detenido en una base militar en Carolina del Sur sin que se le presentaran cargos por la presunta conspiración para detonar una "bomba sucia" radiactiva en una ciudad de Estados Unidos.
"Es una importante victoria para nuestros esfuerzos en la lucha contra la amenaza que representan los terroristas y quienes los apoyan", dijo Alberto Gonzales, Fiscal General de Estados Unidos. "Como este juicio demostró, vamos a utilizar nuestra autoridad como fiscales para desmantelar las redes terroristas y a quienes las apoyan dentre del país y en el extranjero", agregó.
Ex pandillero convertido al islám
El ex pandillero convertido al islám fue hallado culpable de integrar una célula de apoyo a grupos extremistas creada para enviar dinero, suministros y reclutar a "Muyahidínes" (combatientes islámicos), que operaba en varias ciudades de Canadá y Estados Unidos.
El jurado también determinó que Padilla viajó al extranjero para recibir entrenamiento y luchar en una guerra santa, que incluía secuestrar, mutilar y asesinar a personas, entre octubre de 1993 y noviembre de 2001. El 24 de julio de 2000 Padilla presentó una solicitud de "Muyahidín" para entrenar en un campo de Afganistán, según la Fiscalía Federal del distrito sur de Florida.
Dos culpables más
Los otros dos acusados, el libanés Adham Amin Hassoun y Kifah Wael Jayyousi, de origen jordano y naturalizado estadounidense, fueron declarados culpables por los mismos cargos. En las acusaciones que afrontó Padilla no se incluyó la relacionada con la "bomba sucia".
Las cinco mujeres y siete hombres que integraron el jurado emitieron el veredicto tras casi dos días de deliberaciones y un juicio de más de tres meses. La jueza Marcia Cooke encargada del caso tiene previsto dictar sentencia el próximo 5 de diciembre.
Estrella Lebrón, madre de Padilla, dijo que esperaba que los abogados apelaran el veredicto y negó que su hijo se hubiera involucrado en actividades terroristas. "Mi hijo nunca le hizo daño a nadie y Bush sabe eso. El no ha hecho nada en este país, pregunten a Bush, él mismo lo vio. Esto es un triunfo para él", declaró al salir del tribunal.
En código
Los fiscales federales presentaron algunas de las 300.000 grabaciones de conversaciones telefónicas interceptadas a los acusados y aseguraron que utilizaban códigos para hablar sobre sus actividades. La voz de Padilla se escuchó en siete de esas grabaciones.
Al ser preguntada por qué Padilla viajó al extranjero, Lebrón ratificó que su hijo deseaba aprender el idioma árabe. "Es un musulmán, él puede tener la religión que quiera. ¿Cuál ese el problema? El es un ciudadano estadounidense y debe ser tratado como tal", enfatizó.
Michael Caruso, abogado de Padilla, argumentó durante el juicio que su cliente nunca perteneció a ningún grupo terrorista y que viajó a Egipto para estudiar el islám y aprender el idioma árabe. Los tres acusados afrontarían cadena perpetua por conspiración y quince años de cárcel por las demás dos acusaciones.
Bomba sucia radioactiva
Padilla fue arrestado en el aeropuerto de Chicago el 8 de mayo de 2002 como sospechoso de conspirar para detonar una "bomba sucia" radiactiva.
El Departamento de Justicia lo mantuvo detenido como "testigo material", pero en junio de ese mismo año fue considerado un "combatiente enemigo" por una orden ejecutiva de Bush, y se le transfirió a una base naval en Charleston, Carolina del Sur.
A Bush le llovieron críticas por la situación de Padilla, pero su administración sostuvo que tenía derecho a detener sin cargos y sin realizar un juicio como "combatientes enemigos" a individuos, incluyendo a estadounidenses, en el contexto de la guerra contra el terrorismo.
