LD (Agencias)
La reaparición de las Brigadas Rojas (BR), tras un tiroteo en un tren en el que murieron un “brigadista” y un policía, ha hecho resurgir en Italia el temor al terrorismo de extrema izquierda, en coincidencia con la alarma por el riesgo de atentados relacionados con la crisis de Irak. La Policía italiana trata de determinar cuál era el objetivo de Mario Galesi y Nadia Desdemona Lioce, los dos activistas de las BR identificados ayer en un tren de la línea Florencia-Roma y su posible relación con los últimos atentados mortales cometidos por el grupo terrorista. Galesi y un agente de policía fallecieron en el tiroteo que se originó cuando en un control policial de rutina se pidió a los “brigadistas” su documentación, que luego resultó ser falsa.
Detenida en una cárcel de Florencia (norte) y tras admitir su militancia en las BR, Lioce, de 43 años, se ha negado a hablar al declararse “prisionera política”. Tanto ella como su compañero fallecido pertenecen a las “nuevas” BR que, con el nombre añadido de Partido Comunista Combatiente, se atribuyeron los asesinatos de los asesores del Ministerio de Trabajo Massimo D'Antona (mayo de 1999) y Marco Biagi (marzo de 2002).
Lioce se encontraba en paradero desconocido desde 1995 y junto a Galesi tenían pendiente una orden de detención emitida por un juzgado de Roma en octubre pasado dentro de la investigación por el homicidio de D'Antona. “Ya no andamos a tientas en la oscuridad, aseguró el ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, al señalar que estas detenciones suponen un gran paso para esclarecer los últimos atentados terroristas en Italia, hasta ahora no resueltos.
Detenida en una cárcel de Florencia (norte) y tras admitir su militancia en las BR, Lioce, de 43 años, se ha negado a hablar al declararse “prisionera política”. Tanto ella como su compañero fallecido pertenecen a las “nuevas” BR que, con el nombre añadido de Partido Comunista Combatiente, se atribuyeron los asesinatos de los asesores del Ministerio de Trabajo Massimo D'Antona (mayo de 1999) y Marco Biagi (marzo de 2002).
Lioce se encontraba en paradero desconocido desde 1995 y junto a Galesi tenían pendiente una orden de detención emitida por un juzgado de Roma en octubre pasado dentro de la investigación por el homicidio de D'Antona. “Ya no andamos a tientas en la oscuridad, aseguró el ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, al señalar que estas detenciones suponen un gran paso para esclarecer los últimos atentados terroristas en Italia, hasta ahora no resueltos.