
LD (EFE) "Lo Piccolo" logró despistar a la Policía italiana durante los últimos veinticinco años. Tanto fue así que el retrato robot difundido a principios de este año no tiene nada que ver con las facciones del hombre detenido.
Esa imagen de "Totuccio", otro de sus apelativos, tuvo que ser construido con ordenador a partir de las fotos antiguas que se tenían de él, ya que en 1983 Lo Piccolo desapareció sin dejar rastro. Pero la ausencia de rastro no significa que abandonase Sicilia, ya que la mafia es una organización territorial, donde para ejercer el poder hay que pisar el territorio que se domina.
"Lo Piccolo" ha estado siempre vinculado a la localidad de San Lorenzo, que daba gentilicio a su "padrino" Riccobono, situada en el extrarradio de Palermo, la capital de la isla sureña de Sicilia de la que es natural. Después de la muerte de su jefe se alineó con el clan de los corleoneses: Salvatore "Toto" Riina y Bernardo Provenzano, sus dos predecesores al frente de "Cosa Nostra".
Al amparo de ambos, y gracias también a la relación que cultivó con responsables mafiosos en EEUU, el poder de "Lo Piccolo" fue creciendo hasta dominar toda la zona noroccidental de Palermo. Todo ello le valió para llegar a ser jefe de jefes de "Cosa Nostra" frente a Matteo Messina Denaro, quien también optaba a dirigir la organización criminal tras la caída de Provenzano, arrestado en abril de 2006.
