
L D (EFE) Caldwell no proporcionó detalles sobre la cifra de acciones de violencia ocurridas durante el mes de Ramadán, que en Irak concluye el próximo domingo, para los suníes, o el próximo sábado, para los chiíes.
En el plan de seguridad aplicado a Bagdad, y que entró en vigor hace más de dos meses, participan alrededor de 60.000 soldados y policías iraquíes, y un total de 15.000 miembros de las tropas norteamericanas. El anuncio del portavoz estadounidense coincide con la muerte de decenas de personas en una oleada de atentados mortales perpetrados en el norte del país y en la capital.
En el más sangriento, al menos doce personas murieron y más de 20 resultaron heridas por la explosión de un camión-bomba conducido por un terrorista suicida y un posterior ataque con proyectiles de mortero en Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Pocas horas después, el estallido de un coche cargado de explosivos, también conducido por un terrorista suicida, dejó ocho civiles muertos y más de 40 heridos, en la ciudad de Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de la capital. En esa misma localidad, otro atentado con coche bomba acabó con la vida de tres militares iraquíes. Además, 10 personas murieron y 23 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en un mercado local de Al Jales, a 30 kilómetros al norte de Baquba.
Asimismo, la policía reveló que otras cinco personas, entre ellas dos policías, murieron y doce resultaron heridas al explotar un artefacto al paso de una patrulla de la policía en el barrio de Dura, en el sur de Bagdad.
En el plan de seguridad aplicado a Bagdad, y que entró en vigor hace más de dos meses, participan alrededor de 60.000 soldados y policías iraquíes, y un total de 15.000 miembros de las tropas norteamericanas. El anuncio del portavoz estadounidense coincide con la muerte de decenas de personas en una oleada de atentados mortales perpetrados en el norte del país y en la capital.
En el más sangriento, al menos doce personas murieron y más de 20 resultaron heridas por la explosión de un camión-bomba conducido por un terrorista suicida y un posterior ataque con proyectiles de mortero en Mosul, a 400 kilómetros al norte de Bagdad.
Pocas horas después, el estallido de un coche cargado de explosivos, también conducido por un terrorista suicida, dejó ocho civiles muertos y más de 40 heridos, en la ciudad de Kirkuk, a 250 kilómetros al norte de la capital. En esa misma localidad, otro atentado con coche bomba acabó con la vida de tres militares iraquíes. Además, 10 personas murieron y 23 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en un mercado local de Al Jales, a 30 kilómetros al norte de Baquba.
Asimismo, la policía reveló que otras cinco personas, entre ellas dos policías, murieron y doce resultaron heridas al explotar un artefacto al paso de una patrulla de la policía en el barrio de Dura, en el sur de Bagdad.
