(Libertad Digital)
Las autoridades del Reino alauí consideran que España no ha adoptado aún las posiciones politícas adecuadas que ellos esperan, en referencia al conflicto del "Sahara marroquí". Según explica una fuente diplomática española al diario
La Razón
, "el único cambio operado desde entonces es que los embajadores respectivos han vuelto a sus puestos y que se ha decidido privilegiar el diálogo y no la confrontación; pero por lo demás los problemas permanecen intactos".
Los problemas entre ambos países no han cambiado. Marruecos ha redoblado su presión en todos los ámbitos para lograr el cambio de postura sobre España. Los tema más importantes aparcados por Marruecos son: La delimitación de aguas territoriales en Canarias, después de que en enero de 2002 el gobierno de Aznar concediera licencias a Repsol para la prospección de petróleo en las aguas cercanas a Fuerteventura. Marruecos dice que se trata de "aguas jurisdiccionales marroquíes".
La lucha contra el narcotráfico y la emigración ilegal, la negativa de Marruecos a reconocer las fronteras con Ceuta y Melilla, los caladeros y, fundamentalmente, la situación del Sahara con las millonarias (potenciales y de hecho) inversiones petrolíferas en este terreno mueven a Marruecos a presionar a España mientras extiende en el tiempo un conflicto que si no se resuelve como el país alauí quiere nunca se resolverá.
Los problemas entre ambos países no han cambiado. Marruecos ha redoblado su presión en todos los ámbitos para lograr el cambio de postura sobre España. Los tema más importantes aparcados por Marruecos son: La delimitación de aguas territoriales en Canarias, después de que en enero de 2002 el gobierno de Aznar concediera licencias a Repsol para la prospección de petróleo en las aguas cercanas a Fuerteventura. Marruecos dice que se trata de "aguas jurisdiccionales marroquíes".
La lucha contra el narcotráfico y la emigración ilegal, la negativa de Marruecos a reconocer las fronteras con Ceuta y Melilla, los caladeros y, fundamentalmente, la situación del Sahara con las millonarias (potenciales y de hecho) inversiones petrolíferas en este terreno mueven a Marruecos a presionar a España mientras extiende en el tiempo un conflicto que si no se resuelve como el país alauí quiere nunca se resolverá.
