El muro de acero que Egipto está levantando en la frontera del país con territorio de Gaza pondría fin, según un artículo de Sal Emergi en El Mundo, a los túneles como elemento para el mantenimiento del poder de Hamas. Por esos túneles entran productos básicos, pero también personas, dinero y armas.
"Lamentamos este incidente con los hermanos egipcios. Nunca imaginamos que algo así pudiese ocurrir. Nuestro objetivo era una manifestación no violenta", aseguró el islamista Salh Bardawil, después de que el joven Ahmed Shabban, de 21 años, muriese tras ser alcanzado en el pecho por una bala. Los tiroteos causaron heridas a 18 manifestantes palestinos y nueve militares.
Según informa El Mundo, los choques con las tropas egipcias en Rafah son fruto de la rabia contenida en el paso de Rafah por la construcción de un nuevo muro de la vergüenza en la frontera con la bloqueada Gaza, pero construido esta vez por los egipcios por razones de seguridad nacional.
"Las protestas son un llamamiento de los que sufren e intentan que su voz contra este muro dela vergüenza llegue a los oídos de los dirigentes de Egipto y rectifiquen", ha dicho el portavoz de los terroristas de Hamas, Fauzi Barhum.
Según El Mundo, la convocatoria en Rafah fue respaldada por centenares de palestinos que lanzaron piedras contra los soldados egipcios, que respondieron abriendo fuego. Milicianos palestinos intervinieron en la batalla campal, que acabó convertida en un auténtico tiroteo, hasta que los manifestantes fueron dispersados por las autoridades policiales.
Informa el diario que otro motivo de la protesta fue el veto a la entrada en Gaza de centenares de activistas propalestinos de todo el mundo. Tras tres días bloqueados en El Arish, se enfrentaron a la policía, arrojando un balance de 16 heridos. Egipto autorizó el miércoles la entrada de los primeros 20 de los 150 miembros del convoy.
Mientras, Hamas acusa a Hosni Mubarak, presidente egipcio, de "complicidad con Israel y ahogar a la población de Gaza". Mubarak es ahora blanco de ataques de facciones islamistas tanto dentro como fuera de Gaza, y desde el Cairo aseguran que "no somos empleados de Hamas. Es una medida que responde a los intereses de la seguridad nacional egipcia" .